Antes de que digáis nada, sí, he tardado mucho en volver a escribir. La razón: la más normal para un plumilla, la crisis de la página en blanco, el no saber por donde empezar. Pero al final es como todo, hay que ponerse y dejar que salga lo que tiene que salir.
En esta ocasión el comienzo de mi post tiene lugar bastante tiempo atrás, más allá de marzo de este año, concretamente en Abril del año pasado, cuando la gente de caldo Aneto invitó a algunos bloggers para el Salon Gourmet y nos dio una pechá de regalos. Aquel día Josep y Nùria, que llevan el marketing online me explicaron todo lo que había detrás de la marca y me gustó mucho, lo hicieron con honestidad y sin vender la moto, contandome sobre las personas que hay detrás del producto, cómo ellos mismos confían en su calidad y la pasión que le ponen a su trabajo. La sensación fue que son una pequeña familia con un buen rollo tremendo, un poco como el equipo de producción digital de los caldos (guiño, guiño, codazo, codazo). Cuando fuí a despedirme después de que unos amables japoneses me hicieran probar TODOS sus sakes, insistieron una vez mas, querían que fuéramos a visitar la fábrica para ver que detrás del caldo no hay trampa, y el único cartón es el de los Tetrabriks (badabumchss! no me lo tengáis muy en cuenta) .
La verdad es que lo dejé un poco pasar, porque entre que no tenía dineros y lo lejos que está Barsalona de Madrit, como que estaba yo un poco impedida xD.
Y pasó el tiempo, mientras tanto me mandaron varios briks de caldo para probar y que bien me salvaron alguna que otra cena a final de mes.
Entonces entró 2015 por la puerta grande y Josep volvió a contactar conmigo, para ver si me gustaría visitar la fábrica, que ellos me invitaban y que no me preocupara por el transporte, sin compromiso, estaba en mi mano hablar o no de mi visita. Quiero remarcaros esto porque me parece importante, creo en las colaboraciones, pero creo que por norma han de ser remuneradas, es curioso porque por esas mismas fechas, una marca de productos de cocina también contactó conmigo para ofrecerme una «Colaboración» y este trato se comprendía del siguiente proceso: me ofrecían una lista de packs de productos y yo les comentaba mis preferencias, en función de la disponibilidad o de las peticiones de otros blogueros podría disponer de mis elecciones, pero cada pack llevaba cláusulas obligatorias, elaborar de dos a tres recetas por cada pack dependiendo de la cantidad de producto del mismo y en un periodo de tiempo muy concreto. Me pareció abusivo y así se lo comuniqué a la responsable de esta marca, no eran condiciones para trabajar.
No se el resto de gente, pero a mi me cuesta mucho hacer un post, cada receta normalmente está probada una media de tres veces antes de subirla, otras incluso más, con el consiguiente coste de material, alimentos, material de fotografía, electricidad, agua, atrezzo, gastos de limpieza (Sí, se friega el doble o el triple que en la vida diaria y eso tiene un coste) amén de las horas de trabajo. Detrás de un post puede haber acumuladas fácilmente 32 horas de trabajo. Ahora pensad lo que se ahorra la marca sin tener que pagar desarrolladores de recetas, pagando esas horas con packs de productos que no tienen un coste en muchos caso mayor de 25€. La hora te sale a céntimos… cuando no pierdes dinero, claro.
Como podéis suponer la idea de Aneto me pareció mucho mejor y acepté, ya los conocía y la no obligación por ninguna de las dos partes me da confianza y libertad, para opinar y para hacerlo cuando quiera.
Se acercó la fecha y Josep me comentó que iría con Tomás de El Saber Culinario, al cual ya había leído con anterioridad porque coincidimos en el espacio tiempo de aquel desafortunado día del casting del primer MasterChef, lo que no sabía es que es Investigador en Ciencias de la Alimentación y que pilota cantidad de cualquier tema culinario, es de estas personas que cuando conoces te hace sentir un poco pequeñito y te deja con la boca abierta :).
¿Y dónde iba una matá como yo donde Aneto con un peso pesado de la blojosfera como Tomás? xD Pues a día de hoy sigo sin tener ni idea, pero bueno, allí que me encontré con él en el AVE destino a Barna, después de una carrera a contrarreloj, porque ya se sabe, a pesar de estar al lado de Atocha casi pierdo el tren, clásicos básicos.
A media mañana llegamos a Barcelona donde Josep nos esperaba para llevarnos hasta Artés, donde esta la fábrica. Llegamos allí y nos enseñaron un poco todo aquello, nos presentaron a la gente y nos empezamos a calzar y a poner las batas para pasar a la parte de producción.
¿Cómo es el proceso? Pues hablando en plata, como haríamos el caldo en casa, xD total y aksolutamente, pero a lo bruto, a lo megaconstrucciones. La verdura llega en cajas como las de la verduleria de debajo de tu casa y la lavan y la cortan como hacemos en casa. Luego la pasan por una megacortadora superchachi, que pica mejor la verdura de lo que yo haré nunca. Luego lo meten todo en cestos grandes con el pollo y lo meten en tres ollas gigantes de 3000 litros, donde lo cuecen durante tres horas. El olor es como el de hacer caldo en casa, totalmente. De ahí pasa el caldo directamente a la zona de uperisación y envasado a través de un montón de tuberias sin que vuelva a tener contacto con el exterior hasta que abres un brick. Más casero y tienen trabajando allí a mi abuela. No os digo más. No hay concentrados, no hay pastillas mágicas ni potenciadores del sabor.
Cuando ves todo este proceso, tan sencillo y de a pie entiendes bastante bien que tengan el brick diseñado con la Comic Sans, confían tanto en su producto que da lo mismo el exterior, incluso los obsesos de la tipografía obviamos eso xD.
También se preocupan de la seguridad de los alimentos y realizan pruebas sistemáticas para controlar la calidad. Esto también es un punto verlo, como también lo es todo el proceso de envasado, que para una yonki adicta de los programas de «Cómo se hace» de fábricas e industria es pura drogaína.
De el envasado los bricks pasan al almacén bien envasados en cajas y descansando en palés, además de que allí guardan una referencia de todos los caldos producidos hasta el momento, es muy curioso ver todos los productos que han hecho hasta el momento (son un gritón de cosas).
Tras la visita a la fábrica (no se pueden hacer fotos por temas de seguridad y secreto profesional (hay que proteger los dineros, hoygan, y muy bien hecho)), pasamos a la cocina donde nos sirvieron un caldo de Navidad de los que quitan el hipo, con todos sus avíos y sus galets.
La verdad es que estaba todo delicioso y seguro que si se lo hubiera puesto a algún comensal de mis habituales, no habrían dicho que estaba hecho con caldo de brick.
La sopera corporativa me pareció muy bonica XD
Y no podía faltar la ensalada, para desengrasar un poco, aunque no pude comer mucha, porque yo soy más de sopa, xD y con la carne que veis arriba ¡pues con más razón! ¡el gordopilismo va a llegar!
Después de tan rico banquete estabamos de vuelta a Sants para fundirnos con un montón de japoneses que iban a una feria de móviles o no se que cosas tecnológicas, con la tripa llena y con satisfacción de ver que hay gente que le sigue poniendo mucha pasión a su trabajo y creen en hacer las cosas bien.
En resumen, la gente de Caldo Aneto es sincera, honesta, y cree en su producto, sí, es caro en comparación con otros (a base de concentrado, por cierto), sí, es más barato hacerlo en casa, pero cuando estás cansado o sencillamente no compensa sacar todo para medio litro de caldo que puede necesitar un risotto, merece la pena, y merece la pena, aparte de porque esté bueno, por la gente que hay detrás, por las familias que viven de hacer un producto auténtico y que hoy por hoy escasea tanto, hay mucho amor detrás, y pienso que debemos pagar por las cosas bien hechas como desearíamos que nos pagaran a nosotros.
[Disclaimer: Mis opiniones son mis opiniones y no tienen por qué coincidir con las de Caldo Aneto, su participación conmigo se limitó a invitarme a la fábrica. Así que podéis tener la tranquilidad de la objetividad de las mismas. Si no creyera en ello, directamente no os lo habría contado. Podéis leer la experiencia de Tomás pinchando aquí, él se explica mucho mejor que yo :)]
El caso es que para probar algo distinto con caldo (no iba a dejaros sin alguna receta, ¡hombreya!) me lancé a hacer un plato diferente pero bastante famoso en su país. El Poutine (pronunciado Putin, pero nada que ver con Vladimir) es el equivalente a la paella en Canadá, su plato enseña, monumento nacional, que básicamente lleva patatas fritas como base, cheese curds, que son como unas bolas de queso fresco y salsa de carne. Tiene mil variantes a cada cual mas bastarda (como la paella) y un punto guarrete y cerdícola que da mucho caché. Por otro lado la aportación calórica del plato es tremenda, no me extraña que tenga tanto éxito en un país con tan bajas temperaturas, en cuanto sales a espantar un oso polar de tu basura ya has quemado todas las calorías.
Ahora bien, si obviamos el calor que hace es un plato eggcelente e incluso de dieta, porque una vez lo hayas comido no podrás comer nada mas en horas. ¡Todo son ventajas! y si está bien caliente cuando acabes seguro que el ambiente que te rodea estará más frío que tu por dentro. Si es que me tenéis que de querer con lo que me preocupo por vosotros.
Y seamos sinceros, a estas altura del año, la operación bikini son los padres.
La salsa de carne o gravy es un clásico básico en las cocinas del norte de Europa, normalmente se hacen con los restos de saltear carne o carne con verduras, o verduras solas. La base de caldo lo enriquece mucho. Para que nos entendamos, es como una bechamel pero en vez de llevar leche lleva el caldo, que se suele llamar Velouté.
El proceso no es dificil, pero hay que dedicarle un poquito de tiempo, ojo cuidado. Los ingredientes son bastante sencillos y posiblemente tengais casi todos en casa, incluso me juego algo a que algunos tenéis un par de botellitas de Guinness en la nevera. xD. Como veis solo hace falta caldo, patatas cortadas en bastones y puestas a remojo en agua durante una hora al menos, ketchup/catsup, harina, mantequilla, una cebolla tierna/verde/cebolleta, un diente de ajo, queso cheddar, vinagre balsámico y salsa perrins (Worcerstershire, ¿os he dicho lo que me gusta pronunciar ese palabro?).
Comenzamos, ponemos de fondo Cheek to Cheek de Louis & Ella, porque sí, y picamos la cebolleta en daditos pequeños.
Canta a coro con la canción y pica el diente de ajo finito o rállalo.
Pon una cacerola de fondo pesado a fuego medio y derrite la mantequilla.
Añade la cebolla y el ajo, remueve, baja el fuego a medio bajo y deja que se vaya poniendo transparente.
Empieza a calentar el aceite de girasol, yo usé 500-600 ml y lo puse en una olla para evitarme salpicaduras innecesarias, usa una freidora si la tienes por comodidad.
La cebolla se va poniendo transparente, buena señal.
Escurrimos las patatas del agua y las ponemos sobre un trapo de cocina, limpio, por fa plis, y acordaos de no poner suavizante a vuestros trapos de cocina o acabaréis con patatas fritas con un toque de frutos rojos y flores de tiaré.
Con un papel de cocina podemos acelerar el proceso de secar un poco las patatas, una superficie seca antes de freir nos asegura una patata mas crujiente.
Dejamos las patatas al margen y volvemos a prestar atención a la salsa. Añadimos a la mezcla de mantequilla, cebolla y ajo la harina.
Ahora deja que suene Take Five de The Dave Brubeck Quartet (una de mis favoritas), Y con la ayuda de un batidor remueve bien esta mezcla (roux) para que no haya grumos y quede bien disuelta.
Dejamos que se cueza hasta que tome un color tostado y empiece a oler a frutos secos.
Añadimos la cerveza, que deberá estár a temperatura ambiente y removémos enérgicamente hasta hacer una pasta sin grumos
Añadimos el vinagre balsámico de módena.
Sumamos a la ecuación el ketchup/catsup y la salsa perrins.
Añadimos el caldo caliente poco a poco mientras no dejamos de remover con energía y pasión para que no queden grumos.
Dejamos cocer a fuego medio bajo removiendo frecuentemente para que no se pegue al fondo de la cazuela.
Estará lista cuando al cubrir una cuchara de madera o metal con la salsa y pasemos el dedo por el centro de la cuchara el surco creado se mantenga.
Como una bechamel pero carnivorizada
Ahora las patatas, las freiremos en dos fases y dado el tamaño de mi cacerola en dos tandas.
El aceite tiene que estar bien caliente, unos 180-190º, puedes ayudarte de un termometro, regular la freidora o subir el fuego a tope y andar con mucho ojo.
Añadimos la mitad de las patatas al aceite y las dejamos freir durante unos 3-4 minutos, hasta que estén blandas y estén empezando a endurecer un poco.
Las sacamos fuera y las dejamos escurrir sobre papel de cocina, hacemos lo mismo con la otra parte de las patatas. Cuando estén blanditas las sacamos y volvemos a meter las primeras patatas.
Las freimos hasta que se doren completamente al gusto (de tres a cinco minutos). Las sacamos del aceite y las dejamos escurrir sobre papel de cocina, repetimos la acción con las patatas restantes.
Para servir troceamos el queso con y lo servimos por encima de las patatas calientes. Añadimos la salsa bien caliente justo en el momento de servir para que funda el queso con el calor. Nos lo comemos con ganas y luego ¡salimos a correr! (que chiste!, es broma, no lo hagais, yo no lo haría xD)
Adaptada de Half Baked Harvest
- 1Kg de patatas
- Aceite de girasol para freir (no seas roña, por lo menos una botella)
- 1 cebolla tierna o una cebolla seca pequeña
- 1 ajo
- 40 gramos de mantequilla
- 40 gramos de harina
- 60ml de cerveza negra (Guiness) a temperatura ambiente
- 400ml de caldo bien caliente (de carne o pollo, yo usé con jamón por darle un toque cañí)
- 1 cucharada de ketchup
- Media cucharada de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de salsa perrins
- 300 gramos de queso cheddar o un queso tierno en bloque
- Corta las patatas en bastones del grosor que prefieras, cúbrelas con agua y déjalas a remojo un mínimo de 30 minutos, cuanto más tiempo mejor.
- Una vez remojadas las patatas comienza a preparar la salsa, para ello picamos la cebolla en daditos pequeños y el ajo bien finito.
- Ponemos a calentar el aceite en una cacerola/sartén o una freidora (500-600ml, dependiendo del recipiente, en freidora lo que indique el fabricante) a fuego medio fuerte.
- Calentamos la mantequilla en una cacerola de fondo pesado a fuego medio, una vez derretida añadimos la cebolla y el ajo, bajamos el fuego a medio-bajo y dejamos que se ponga transparente la cebolla removiendo de vez en cuando (5 minutos).
- Escurre las patatas del agua y ponlas a secar sobre un trapo de cocina limpio, presiona con un poco de papel de cocina u otro trapo limpio para acelerar el secado.
- Añadimos a la mezcla de cebolla la harina y removemos bien, dejamos que se cocine hasta que la harina empiece a tomar un color ligeramente tostado y empiece a oler a frutos secos. Añadimos la cerveza sin dejar de remover para que no salgan grumos, se convertirá en una pasta densa, añadimos el vinagre, el ketchup y la salsa perrins, removemos con energía para que se integre, y añadimos el caldo caliente sin dejar de remover. Una vez disuelta la masa en el caldo lo dejamos cocer a fuego medio bajo removiendo de vez en cuando hasta que la salsa espese. Sucederá cuando al cubrir una cuchara con la salsa y pasar un dedo por en medio se quede un surco marcado. Apagamos el fuego y lo cubrimos para que se mantenga caliente
- Preparamos las patatas fritas. Subimos el fuego a tope (190º) y freimos las patatas por tandas durante 4-5 minutos o hasta que estén blandas y empiecen a dorarse ligeramente. Las sacamos y las dejamos escurrir sobre papel de cocina durante 5 minutos. Transcurrido este tiempo las volvemos a meter en el aceite a fuego fuerte hasta que se doren al gusto y las volvemos a sacar sobre el papel de cocina. Repetimos el proceso aprovechando los reposos hasta que no nos queden patatas.
- Sirve las patatas en una fuente, desmiga el queso por encima y báñalo con la salsa bien caliente justo antes de servir.
- Disfruta.
Bonus Track:
¿Creiais que me había olvidado?
Lothi says
La poutine es lo mejor que ha hecho Canadá después de darnos a Nathan Fillion.
Miss Vinagre says
Amen!
Sue says
Oh, sielos!!! Que warrerida mas fantástica!!!! Me la imprimo y la pongo sin falta en el montón de recetas pendientes.
Que curioso el Capitán Canadá…
Feliz semana!!!
Miss Vinagre says
Las warreridas suelen ser tan fantasticas como el capitán canadá! 😀