[EDITADO] «Me jomenta via tuiter el ínclito Ibán Yarza (que de panes sabe un rato) con mucha razón, que la pronunciación correcta de challah es «jalá»
Así que ahí queda señores, ya se sabe aquello de que a la cama no te irás sin saber una cosa más. ¡Gracias Ibán! :)»
Ibán saca ahora un libro sobre el pan casero, ¿a qué esperais a comprarlo y a seguirle en twitter y en su blog? ¡Ya me tardáis gurriatos!
Pues sí, como decía en el post anterior, la vida sigue, o como en Parque Jurásico «La vida se abre camino».
Esta semana ha sido de un total resacón post cansancio tremendo, de los que hacen historia. Llegaba a casa a las 19:00 y tenía que luchar por no meterme directamente en la cama y hacer algo con mi vida. Acabé acostándome un día a las 21:30, otro a las 22:30, otro a las 23:00… el resultado de esto es que al día siguiente estaba igual de jodida que si no hubiera dormido ninguna hora. Quien me entienda que me compre.
En fin, esta receta la tengo en el tintero desde no se sabe cuando… Originalmente es una receta de pan dulce hebreo pero como he cambiado varias cosas y le he añadido otras no se hasta que punto podemos seguir llamandole Challah, que es su nombre yiddish.
En este punto del camino muchos ya sabéis lo mucho que me apasiona la cocina americana, sobre todo a tenor de los posts que he escrito a lo largo del tiempo e incluso he defendido la cocina inglesa (que sí, pesaos, que está buena), de lo que no he hablado tanto es de lo que me entusiasma la comida judía, y esto tiene que ser resuelto, ya que es igual de cara a mi corazón como el resto.
La cocina judía, y en concreto la sefardí es uno de las tres patas de la mesa (en mi opinión) sobre los cuales se asienta la gastronomía española, junto con la cocina árabe y la visigoda/cristiana, con las diversas tradiciones previas que han superado el paso de los siglos. Pero a mi lo que realmente me fascina es como la cocina forma una parte tan importante de la tradición religiosa judía, no solo en su versión kosher mas ortodoxa si no también el simbolismo que ocupa durante las celebraciones.
Para los que no sepan lo que significa kosher, la religión judía establece una serie de normas a la hora de tratar los alimentos que se van a consumir, gran parte de estas directrices se encuentran en el Deuteronomio y el Levítico, quizás la norma mas conocida es la de «no cocerás el cabrito en la leche de su madre» pero las normas van mas allá y establecen listados de animales que se pueden y no se pueden comer o combinaciones alimentarias no adecuadas. Con cuanta devoción sigas estas normas o parte de ellas dependerá mucho de si eres un judío ortodoxo o conservador. No voy a entrar en el valor nutricional o las razones que puedan sustentar estas decisiones porque estas se tomaron en otros tiempos y otras circunstancias tan distintas a las que vivimos que no podríamos entrar a pensar siquiera si son buenas o no. Están ahí y se han conservado a lo largo del tiempo, sólo por la dedicación a conservarlas merece la pena echarles un ojo y admirarse de estas pequeñas capsulas del tiempo que son las recetas judías tradicionales.
Muchas de las fiestas tienen asociado un ritual culinario, siendo quizás el que a mis ojos de no judía (goy), mas llama la atención es la Pascua o Pesach donde se celebra un seder donde se come el cordero pascual, el pan ácimo sin levadura llamado matzo el cual también posee su simbolismo al partirlo (al fin y al cabo Jesús era judío y la última cena coincidió con la Pascua Judía) dentro de la ceremonia de esa noche. También se comen hojas amargas para simbolizar lo desagradable de la esclavitud en Egipto. Si durante el resto del año las normas kosher son estrictas para la pascua se endurecen sobre todo con la cuestión de las levaduras y fermentos, así que el matzo es cuidadosamente elaborado y se limpia la superficie cada vez que se amasa para no dejar absolutamente ningún resto de masa que pueda fermentar de manera natural.
El challah es un pan trenzado que se suele comer en Sabbath (desde el crepúsculo del viernes a las primeras estrellas de la noche del sábado) y otras celebraciones. Según me chiva la wikipedia, cada comida de las tres que componen el Sabbath (y las dos de las festividades) ha de comenzar con dos hogazas de pan completas, cuyo símbolo conmemora el manna consumido durante el Éxodo. También puede adoptar otras formas además de la alargada, para Rosh Hashanah (que fue el 4 de este mes) puede tener forma circular. Para cumplir con los preceptos Kashrut o Cashrut y que sea kosher no ha de contener ningún lácteo ni mantequilla, así que si queréis que esta receta sea kosher utilizad el chocolate puro sin lácteos. Si no tenéis que observar estas normas utilizad el chocolate que deséeis.
Después de este rollo (el cual si tiene algún error os ruego que me lo indiqueis en algún comentario porfaplis) sólo os puedo decir que merece la pena el trabajo que da y que si no os da tiempo a consumirlo entero podeis hacer un pudding de pan excelente (¡ya subiré mi receta más adelante!)
¿Este post me ha quedado demasiado serio o me lo parece a mi? xD ¡Salgamos a hacer locuras al estilo Broadway para compensar!
Challah con miel y pepitas de chocolate.
Para dos panes
Ingredientes
520 gramos de harina
240 ml de agua tibia
7 gramos de levadura seca (14 gramos de levadura fresca)
85 gramos de azúcar
50 gramos de miel
2 huevos grandes
75 gramos de chocolate picado en trozos pequeños o pepitas de chocolate
2 cucharadita pequeña de sal fina
1 huevo batido con agua para pincelar
Junta en un bol la harina, el azúcar y la sal.
En un bol aparte pon el agua tibia y la levadura (si utilizas una kitchenaid o un amasador utiliza el bol de la amasadora para este paso). Deja que la levadura burbujee.
Añade a la mezcla de agua la mitad de la mezcla de harina y la miel y mezcla bien con una espátula hasta que esté incorporado. Tapa el bol con un trapo, y deja reposar media hora.
Transcurrido este tiempo añade los huevos mezclándolos bien. A continuación, a mano o con el gancho de la amasadora ve añadiendo la mezcla de harina restante y el chocolate, amasa durante unos 10 minutos (velocidad 1-2 en KA) Cuando esté lista será una bola bastante uniforme que tendrás que transferir a un bol aceitado (mejor con aceite de girasol para que no se le transmita el sabor). Cúbrela con un trapo y déjala reposar durante 1 hora.
Una vez transcurrido este tiempo pasa la bola de mas a una superficie ligeramente enharinada y golpéala para quitarle el aire, amásala durante 3 minutos. Divide la masa en dos y luego cada una de esas partes en tres, estira la masa en tres tiras largas y trénzalas.
Deposítalas en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, cúbrelas con un trapo y déjalas levar por lo menos media hora.
Precalienta el horno a 190º
Pincela las dos trenzas con la mezcla de huevo batido y agua hasta que queden bien cubiertas. Introdúcelas en el horno 30-35 minutos hasta que la corteza esté bien dorada, si ves que se doran demasiado rápido cúbrelas con papel de aluminio hasta que estén bien cocidas.
Sácalas del horno y pásalas a una rejilla para enfriarlas, como mejor están es comiéndolas a pellizquitos cuando aún están demasiado calientes xD
Notas interesantes
- Esta es una masa muy pegajosa, pero abstente de añadir mas de 40 gramos de harina, si tienes problemas para trenzar las tiras porque se te pegan las manos humedécetelas con agua sacudiendo el exceso.
- Consérvalas en film transparente bien sellado una vez estén totalmente frías. Puedes congelarlas hasta una semana
- Sustituye el chocolate por 20 gramos de semillas de amapola y utiliza el pan para hacer minisandwiches de jamon y queso con un poco de mostaza. Están excelentes (pero de verdad de la buena)
- Como jomentaba antes, son una base excelente para hacer un pudding de pan, así que permaneced atentos a la pantalla! QUIAAAAH!
Lothi says
Tengo que comentar porque soy superfan de la cocina judía (sefardí y askenazí por igual) y de Oriente Medio. Y de la música sefardí y del ladino, pero eso es otra historia.
¡No lo rellenes con jamón, impía! Jajajajajajaja. Sándwiches de pastrami o de corned beef y pavo para que sean kosher, con ensalada de repollo para acompañar.
Las normas dietéticas, en global, se denominan Cashruth o Kasruth. Y las cosas neutras, como la mayor parte de las inocentes verduras, pareve. Por ampliar términos, nada más. Mi costumbre favorita es tener dos juegos de todo, para que los lácteos jamás de los jamases entren en contacto con la carne. Dos juegos de ollas, dos juegos de cubiertos, dos juegos de platos y dos neveras.
Lo que dices de la cocina sefardí es muy cierto. Vale con echar un ojo a la adafina, ese cocido primigenio, servido en el Sabbath ya que se podía preparar antes de la puesta del sol del viernes y dejarlo sobre rescoldos hasta la comida del sábado, ya que en Sabbath los judíos practicantes no pueden trabajar en nada, y eso incluye cocinar o encender el fuego. Y lo que han ido influyendo e influyéndose en su largo periplo Oeste-Este. La cocina turca, la griega, la norteafricana… Una pasada. Hasta dicen que tienen que ver con los ingleses (hubo y hay bastantes judíos sefardíes en Inglaterra, procedentes de España y Portugal, como la familia Disraeli) y sus fish and chips, ya que los judíos sefardíes eran/son muy de frituras de pescado.
Yo era muy fan de Bureka Boy (un sefardí canadiense), pero dejó de actualizar hace años. La receta de challah se la copié a él, de hecho (que ya aclara que es más askenazí, pero con el tiempo se popularizó para el resto). ¿Sabías que una séptima parte de cada challah (se lee jalá) se entregaba al rabino?
http://is-that-my-bureka.blogspot.com.es/
Miss Vinagre says
La verdad es que la cocina judía tiene un je ne se quoi que enamora el alma. xD
Lo de rellenarlo de jamón… xD me puede el mixto de toda la vida. Lo del pastrami no es mala idea, pero el poco que he encontrado en madrit está cortado como con motosierra, terrible.
La adafina sin lugar a dudas es una de las recetas que más pendiente tengo. Must try.
Algo he leido del mitzvah del challah y ahora me queda mas claro con lo que dices xD No conocía a Bureka Boy pero ahora le echaré un ojo!
Como siempre… ultra ilustrativa señorita 🙂 Muchas gracias
Inmamupi says
Tiene tan buena pinta!
Si sientes mucha curiosidad y coincide que estas en valencia, mis padres todos los años celebran el Pésaj con la comunidad judía de valencia, así que quedas invitada! jjj
Miss Vinagre says
Jodo Inma, no me digas eso que me emociono! Si estoy por Valencia el año que viene me encantaría pasarme, de verdad! 🙂 Muchisimas gracias por el ofrecimiento!
Kaik says
Espero con ansia ese pudding de pan.
Miss Vinagre says
Yo espero con ansia tener algo de tiempo libre para cocinar y fotografiar (que se tienen que dar las dos casuísticas xD)
Almu Baggins says
No tiene que ver con la entrada, pero te he dejado un premio por aquí =D
http://almubaggins.blogspot.co.uk/2013/09/premio-best-blog.html
No tienes que escribir el post, pero ahí queda xD
¡Un abracho!
Miss Vinagre says
No soy muy de premios xD pero se agradece!!! xD
Ibán says
Loqueyoqueríadecir es que no sólo se pronuncia ojalá, sino que esa es también su trascripción al español, como atestiguan desde traducciones del Talmud hasta el testimonio vivo de hispanohablantes judíos. Los sonidos guturales que nos son tan propios, y que compartimos con parte del mundo (entre ellos los judíos… y curiosamente los holandeses) no tienen una grafía así muy clara en inglés, así que hacen lo que pueden. (Conste que no soy experto en etimología… ni en nada) El «challah» ahí, con la hache al final imagino que nos ha llegado porque es una preparación que (al igual que la pizza) han exportado (de prestado) los estadounidenses. Imagino que llegaría allí a través de las «ch» (sonido jota) de los inmigrantes centroeuropeos. Del mismo modo que es habitual leer en español que el plato nacional de Georgia es el «khinkali» (sonido jota, pero escrito tal cual, toma ya)… y todo porque los anglófonos no tienen una mísera jota y lo pasan mal para expresar ese sonido (lo cual nos sume a nosotros en una confusión). Si buscas textos religiosos, la jalá está transcrita así, al igual que el resto de nombres de los preceptos e instituciones se transcriben.
(Ya. Fin del rato «tíoteorías»)
(Nota: passsssso absolutamente de la corrección ortográfica y de las normas, no creo en la Academia. Era más un comentario porque se me hace raro ver cosas así)
(Nota2: estoy yo para hablar de ná)
Miss Vinagre says
Ibán!
¡Gracias por comentar! La verdad es que siendo sincera conozco mas términos culinarios judíos o antiguos por el préstamo norteamericano… aquí en España es un poco mas dificil encontrar (para mí) referencias o publicaciones (que busco poco, ojo, tambien es cierto), así que siempre voy a morir a las mismas fuentes y acaba permeando.
Me ha encantado el rato tíoteorías, por mi puedes repetirlo, que me encanta aprender cosas nuevas o asentar las bases de las ya conocidas. 😉
miss needles says
Como ya hace un tiempo me dió por el pan, decidí hacer varios para el día uno de noviembre que nos juntamos la familia a comer. En vez de un postre ya que se juntaran cincuentamil. Y este cae 🙂
Miss Vinagre says
Pues ya me contarás! En breve quiero subir un post para hacer un pudding de pan con el Jalá…
AY omá!
lu says
Hecho, probado, comido, disfrutado y plagiado la receta. Si te hace ilusión, te dejo el enlace, y si no, quédate con la sensación de que tus enseñanzas calan hondo, jaja. Simplemente le añadí todavía chocolate porque no era cuestión de dejar unas oncitas de nada sin usar.
¡Muchas gracias!
http://www.cortapicosysacalenguas.com/2015/02/pan-con-chocolate.html
Miss Vinagre says
Hola Lu! Gracias por tus palabras, me alegra mucho que te haya gustado! 😀 Lo de añadirle más chocolate siempre funciona, de hecho… con chocolate siempre funciona cualquier cosa xD