Recuerda, si no te gustan los rollos salta directamente a la receta
Que sí, que llevo un montón de días sin publicar. Pero el verano me tiene derrotada, vale que ya me había rendido antes de que empezara pero joer… Madrid me ha robado 3 otoños y 3 primaveras y ya me está empezando a pasar factura.
Quité el edredón la segunda semana de junio porque me seguía congelando por las noches. Y por las mañanas tenía que salir con chaquetilla porque me congelaba en el trayecto casa-trabajo.
En cambio por las tardes hacía un calor que te torras (ja-ja chiste fácil) y ya parto del hecho de que va a caer una siesta sí o sí. Pero siesta de las que se te van de las manos… de las de 2-3 horas y que tienes que levantarte con espátula. Lo peor en Madrid es que cuando te despiertas del letargo sigues pasando un calor terribile y es mas que posible que descubras que tus vecinos latinos han montado una guardería clandestina a las 23:00 de un lunes laborable. Ahora hace un calor abominable todo el día.
El peor momento llega cuando me siento delante del ordeñador y pienso «Ale a escribir» hasta que pasan cinco minutos y pienso que es buena idea fregar los platos, poner una lavadora o ponerme a limpiar los botes de las harinas… Pensar con calor es lo que tiene. Se me va la olla.
He de decir que me ha costado más escribir y editar las fotos de este post que hacer la receta (o las recetas) en sí. La única habilidad requerida es darle la vuelta a las tortitas y eso se adquiere con la práctica.
Estas tortitas son esponjosas y altas, no como las planas que te ponen en los restaurantes. Están mucho mejor calientes, recién hechas, aunque frías tampoco desmerecen, ojo.
En cuanto a la salsa de caramelo salado antes de fliparla por favor… probadla, es un manjar de dioses, puro umami (el 5 sabor, sabor sabroso), la sal potencia el sabor del caramelo de una manera inimaginable. Probadlo y luego me contáis, y si no os convence dejad la sal fuera de la ecuación. Está igual de rica.
Tortitas
Para 9-10 tortitas de unos 20cm de diametro
Ingredientes
230 gramos de harina
50 gramos de azúcar
30 gramos de mantequilla
300ml de leche a temperatura ambiente
1 Huevo
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/2 cucharadita de levadura química
1/2 cucharadita de cremor tártaro (mira las notas interesantes abajo si no tienes)
Funde la mantequilla en un cacillo o cazo pequeño, mézcla la mitad del azúcar con la mantequilla y añade la leche. Resérvala.
En un cuenco bate el huevo con el resto del azúcar.
Pon la harina en un cuenco o en una jarra y añade los ingredientes líquidos, mezcla todo bien. Déjala reposar por lo menos media hora en la nevera. Idealmente una noche entera.
Prepara una sartén mediana a fuego medio bajo. Envuelve un trozo de mantequilla con papel de cocina y utilízalo para aceitar la superficie, pon aproximadamente 3-4 cucharadas de masa en la sarten o deja caer suficiente cantidad de masa para formar un círculo de unos 15-20 cm de diámetro. Déjala cocer durante 2-3 minutos hasta que empiece a burbujear la superficie y el borde empiece a perder brillo. Dale la vuelta y deja cocer 1 minuto o hasta que esté totalmente seco el borde. Pasa la tortita a un plato y ve apilándolas conforme vayas haciendo.
- Si no encuentras cremor tártaro (un subproducto de la fermentación del vino) incrementa 1/4 de cucharadita de bicarbonato y de levadura química.
- La textura ideal es de una papilla líquida densa, sin grumos.
- La primera tortita es siempre de prueba, si te sale mal no te preocupes y que no decaiga.
- Mi experiencia me dice que las tortitas en general siempre salen mejor en una plancha de hierro colado, si tienes acceso a una, ni lo dudes, si no, una buena sartén antiadherente de paredes bajas te servirá. También te servirá una plancha eléctrica.
Salsa de caramelo salado
Para unos 270ml de salsa
Ingredientes
200 gramos de azúcar
50 gramos de mantequilla
200 ml de nata líquida.
1 cucharada de pasta de vainilla/esencia de vainilla
1 cucharadita de sal marina
Comienza calentando la nata líquida sin que llegue a hervir, resérvala.
En un cazo funde la mantequilla con el azúcar a fuego lento hasta que el azúcar empiece a caramelizarse y a deshacerse por completo, cuando haya tomado un color tostado claro retíralo del fuego y añade con cuidado la nata, desprenderá muchísimo vapor, así que ten muchísimo cuidado, remueve con una cuchara larga para no quemarte, vuélvelo a poner al fuego sin dejar de remover hasta que se fundan los trozos que queden de caramelo.
Una vez esté todo líquido apártalo del fuego y añade la vainilla y la sal y mézclala bien.
Te quedará algo así… Intenta reservarlo sin meter el dedo. No sea que te abrases.
Notas Interesantes
- La sal actúa como potenciador de sabor, el truco es darle un sabor ligeramente salado sin que se note mucho. Empieza añadiendo media cucharadita y ve probando el sabor mientras incrementas la cantidad. Tu paladar te irá dictando.
- Utiliza la salsa sobrante en helados, crepes y otros postres, yo la utilizo en los rellenos de pasteles.
- Como siempre cuando trabajes con caramelo, TEN CUIDADO, recuerda que estás trabajando con un material mas caliente que el agua hirviendo. Ten todo preparado para no perder tiempo valioso que lleve a algún accidente.
Nemain says
Mis felicitaciones, suena de muerte. Ahora mismo estoy pensando en matarte porque hasta finales de agosto creo que no tengo un finde tranquilo para preparar un desayuno como debe ser… pero aun así, gracias por la pedazo de receta. Estoy deseando probar a hacer la salsa :D____
Miss Vinagre says
No me mates! xD si tienes que hacer algo haz la salsa que está rica con cualquier cosa. Guaranteed! 🙂
Leinad says
No soy amigo de tortitas. Sin embargo probare el caramelo «salado» para usarlo en creps para mis enanos ¿Que te opinion te merece añadir unas hojitas de menta?
Miss Vinagre says
¿no eres amigo de las tortitas pero sí de los creps? xD Eso me suena a xenofobia culinaria.
En cuanto a las hojitas de menta… A mi no me gusta combinarla con sabores avainillados como es el caso, me resulta mas rica en preparaciones heladas rollo granizado de naranja y pomelo o una sopa de sandia. Pero pruébalo, que no sea de mi apetencia no implica que no pueda quedar bien! 😉
Hielo Perfecto says
¿caramelo salado? eso suena muy bien. No lo he probado nunca pero lo probaré y con las tortitas de la receta que pones. Gracias por tus ideas
Miss Vinagre says
¡De nada Hielo!
Si te animas a hacerlo ya me contarás que tal la experiencia. 🙂
selestar says
Yo, al igual que Nemain, también tengo ganas de matarte: estoy intentando comer sano, nada de azúcar ( solo miel o sirope de ágave) nada de harinas blancas ( solo integrales) mantequilla ni nata. Y con esta receta, missvinagre, estás haciendo que mande todo a la mierda, que lo sepasss
Miss Vinagre says
No lo mandes todo a la mierda xD que si te ves con ganas de experimentar y ver que sale creo que podrías sustituir la harina por integral y el azúcar de las tortitas por sirope/miel (pero reduciendo a 3/4 partes del peso del azúcar), y sustituyendo la mantequilla por un aceite suave, girasol o si quieres aguacate, queda bien tambien como sustitutivo el aceite de coco extra virgen. No lo he probado así que no te lo puedo garantizar, pero si quieres experimentar yo tiraria por ahí 😉
La crema de coco batida con un poco de agave o stevia es un sustituto excelente de la nata montada por lo que tengo entendido… No lo he probado, pero lo meto en lista!
Lothi says
Dios, qué hambre. Pero qué hambre. XD
Miss needles says
Tu ahí, sigue tentándolos …tengo curiosidad por el caramelo salado
Miss Vinagre says
Sabrosa curiosidad, pruébalo, ya veras que bien xD
Natalia says
Los he hecho hoy para desayunar. Qué buenooooos y gorditos. Los he notado un poquito secos, no sé por qué. Ah, no he batido a saco la masa porque leí que era bueno dejar grumitos de cara a la esponjosidad. Me han sobrado la mitad. Dentro de un rato, adoptarán la nacionalidad rusa y harán las veces de blinis a la hora de comer. Me encantan tus recetas!! Muaaaaa (subidón de azúcar tras el desayuno)