He de haceros una revelación.
Quizás es la más dura que haya hecho aquí en el blog y la que más polémica puede arrastrar.
Nunca antes había hecho algo así y me siento un poco desnuda al abrirme ante vosotros, porque es como apuntar con un puntero láser a mis honra.
Quizás es mejor decirlo ya, de golpe, como una tirita barata cuyo pegamento se desparrama atrapando toda la pelusilla negra posible alrededor… aunque no vayas vestido de negro.
Yo…
Yo…
Me he apuntado a un gimnasio.
Y he ido.
Increíble.
Para los que no me conozcáis esta revelación no tiene ninguna relevancia, pero para los que sí, os podéis imaginar como de trascendental es este hecho en mi vida, firme seguidora del Vaganismo, Adoradora del Sofá, moradora del Nido Nórdico, Acólita de Homer J. Simpson, Décimo Dan de Siestakwondo…
Ha sido una decisión dura, no lo voy a negar, llevo años resistiéndome al hecho de hacer cualquier tipo de ejercicio, cogiendo autobuses para una sola parada, durmiendo en vez de comer por pura vaguería, comprando ropa nueva por no poner una lavador… bueno, os hacéis una idea.
Pero llega un punto en la vida que ya por cuestión de mera supervivencia necesitas mejorar.
Y cuando vas cuesta arriba por la calle y tienes que elegir entre andar y hablar… pues ya como que mejor vamos a hacer un esfuerzo para por lo menos llegar a los 40 años. Digo yo.
Lo mejor de todo es que odio hacer ejercicio, me pone de muy mal humor, pero muy mal humor, malo malo, Hulk enfadado y tal, y más aún cuando años atrás en otro intento de ir al «ginasio» y de tener una rutina un monitor que parecía la versión comprimida de Vin Diesel tuvo a bien de acercarse a la cinta en la que estaba corriendo y decirme:
«Corres como Benny Hill»
Me faltó salir haciendo la croqueta o el Maiqueljacson con cara de Forever Alone, ni que decir tiene que me desapunté y monté un drama con una trola de que me había embargado hacienda y no me podían penalizar por una baja anticipada porque no había nada que rascar. Ah… ¡las permanencias locas a las que intenta someternos el mundo moderno…! ¡Tendrían que pagarme a mí por ir al «ginasio»!
El caso es que aquí me tenéis, ya ha pasado un mes en el que ido al menos dos días cada semana al gimnasio y que, ojo, he hecho ejercicio. He de confesar que se me hace mas llevadero por el hecho de que casi todas las máquinas tienen tele y puedo ver los Simpson, el programa de las Casas Locas en los Árboles o Fast’n’Loud…
Ni que decir tiene que no me acerco a las cintas de correr, en parte por el trauma y en parte por el miedo a caerme y romperme la boca. Que me costó muy cara la ortodoncia (a mis padres, quicir).
A estas alturas ya he sufrido bastantes episodios «divertidos» como encontrarme con un ex «compañero» (si es que se puede llamar así a semejante personajazo) o a una «señora» señora completamente despelotada al lado mio, codo con codo, en los lavabos, masajeandose body milk por sus no turgentes pechos como quien amasa con el método francés, con mucha fruición y por el resto del cuerpo. Espero que disfrutase.
Al margen de instantes así, la experiencia no está resultando demasiado traumática por el momento. El hecho de que la semana pasada fuera solo una vez y esta aún no haya ido no se debe a nada más que a que estoy más liada que el barbero de Isabel Pantoja. No tengo tiempo de ná de ná. Pero estoy en uno de esos momentos en que surgen oportunidades que no puedes rechazar y tienes que sustituir dormir por cualquier otra tarea. No me quejo (demasiado). xD Os iré contando…
Al hilo de gimnastas y gentes de hacer futing de toda la vida (lo del running suena a canción de los Black Eyed Peas y lo sabes) estás bolitas energéticas son geniales para los que quieran meterse en el cuerpo algo sin aditivos y con energía para hacer ejercicio. El dulzor y los hidratos se lo dan los dátiles evitando cualquier tipo de azúcar procesado y refinado y encima con extra de fibra, para no tener que llamar a Jose Coronado, y las almendras grasú y proteina de la sana. Esta es la mezcla base que admite muchas variaciones, pero básicamente es lo que funciona, la humedad del dátil une las migas de almendra y hace una suerte de mazapán de herbolario loco que llena y sacia.
Veganas por coincidencia y sin lactosa (si usas chocolate sin leche, claro), aptas para celíacos… no se me ocurren más cosas buenas pero tampoco ninguna cosa mala, a menos claro que seas alérgico a los frutos secos, en cuyo caso… Siga Jugando!
Comenzamos con los ingredientes: Únicamente necesitais dos, las almendras y los dátiles, los otros son secundarios, pero dan calidad a la película, en este caso es esencia de vainilla, pimienta de jamaica molida, una cucharada de semillas de sésamo y tres cucharadas de copos de avena.
Comenzamos picando los dátiles, para que el robot o el procesador de cocina no se atasque… vamos a ponérselo fácil
Si tu robot es pequeño y con poca potencia (como el mío) fasea el proyecto, pon solo la mitad de los ingredientes y haz una segunda tanda.
Añade las almendras, la mitad si como decíamos es un procesador pequeño.
Añadimos también la avena.
Y el sésamo.
Le damos un toque con la vainilla y la pimienta de jamaica… y…
Tapamos.
Y le damos al boton hasta que empiece a quedar una textura fina. Cómo de fina dependerá de vuestro gusto, pero lo suficiente para que al coger un poco de masa y compactarla con los dedos se mantenga pegada.
Si la masa se queda un poco seca y no se pega fácilmente añade media cucharadita de agua y dale un par de veces al botón de mezclar.
Debería de quedar una pasta ligeramente húmeda, no queremos deshidratarnos cuando comamos una bolita.
Le damos unos últimos toques…
Y lo pasamos a un bol o una superficie limpia.
Con ayuda de la mano lo amasaremos durante 1-2 minutos para compactarlo y que se pegue entre sí.
Y formaremos una bola.
Usala como si fuera plastilina para pegar todas las migas que queden en el bol.
Ahora empieza a hacer bolitas pellizcando suficiente masa para hacer otra bolita de un tamaño un poco más grande que una cereza, puedes hacerlas mas grandes, pero empachan bastante.
Obtendrás unas 10-15 bolitas.
Guárdalas en la nevera para que se vuelvan más solidas.
Mientras tanto, y optativamente, puedes fundir unos 70 gramos de chocolate, en este caso yo lo usé con leche, pero puedes utilizar lo que quieras.
Trocéalo en un cuenco y mételo en el microondas en intervalos de 30 segundos:
Caliéntalo durante 30 segundos, para el microondas y remuévelo, vuélvelo a calentar 30 segundos, para el microondas y remuévelo…
Repitiendo hasta que el chocolate se haya fundido por completo.
En este punto puedes, aparte de tener cuidado de no quemarte con el chocolate y el cuenco, dejar caer un poco de chocolate con una cuchara encima de cada bolita, sin preocuparte mucho por la forma. O también puedes usar una manga pastelera o una bolsa zip cortándole con cuidado la punta para hacer hilos decorativos de chocolate.
Sostén la manga pastelera haciendo que el borde de la misma te cubra las manos, así te será más fácil de llenar.
Pasa el chocolate con cuidado a cucharadas dentro de la manga o la bolsa.
Retuerce la manga o cierra la bolsa quitándole el aire y retuércela hasta acercar el chocolate en la punta, corta un trocito chiquitito de la punta, aunque te parezca poco.
Empieza a dejar caer el chocolate trazando líneas paralelas encima de las bolitas.
Repite hasta que se acabe el chocolate o te canses!
Guárdalas en el frigorífico hasta que el chocolate se endurezca y consúmelas antes de 6 días. Alternativamente puedes guardarlas en el congelador, no se endurecerán del todo y estarán más duritas!
- 100 gramos de almendras peladas
- 100 gramos de dátiles deshuesados
- 30 gramos de copos de avena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/2 cucharadita de pimienta de jamaica
- 1-2 cucharaditas de agua
- 40 gramos de chocolate para decorar (opcional)
- Trocea los dátiles en trozos pequeños con la ayuda de un cuchillo
- Mezcla todos los ingredientes excepto el chocolate y el agua en un robot-procesador de alimentos, si no es muy potente hazlo con cantidades pequeñas hasta que hayas acabado con todos los ingredientes.
- Procésalo todo hasta que quede una masa pegajosa, si está demasiado seca añade una cucharadita de agua poco a poco.
- Pasa la masa a un cuenco o una superficie limpia y compáctala formando una bola amasándola durante 2 minutos.
- Forma bolas un tamaño pequeño, poco más grande de una cereza. Quedarán blandas pero mantendrán la forma. Mételas en la nevera.
- Mientras se enfrían derrite el chocolate en un bol en el microondas en intervalos de 30 segundos, esto quiere decir que pongas a funcionar el microondas durante 30 segundos, lo pares, remuevas el chocolate, lo hagas funcionar otros 30 segundos, lo pares, remuevas el chocolate... así hasta que esté fundido.
- Saca las bolitas de la nevera y cubrelas con el chocolate, puedes dejar caer una cucharadita de chocolate sobre cada bolita o meter el chocolate fundido en una manga pastelera de plástico o bolsa con zip, cortarle la punta y dejar caer hilos de chocolate por encima.
- Déjalas enfriar en la nevera hasta que las vayas a comer.
Añádele frutos secos a tu elección.
Cambia el chocolate por cualquier variedad que desees o cúbrelas con cacao en polvo o frutos secos picados.
Sustituye las almendras por avellanas y añádele un par de cucharadas de chocolate fundido puro para darle un toque sano de nutella.
UnaChef says
Me encanta esta entrada!! Y la receta!! Yo estoy ahora mismo en una fase muy parecida, aún no me he apuntado al gimnasio pero voy a hacerlo y espero tomármelo con la misma filosofía que tu jajaja. Un saludo!
Miss Vinagre says
UnaChef! Muchas gracias por tus palabras! Apúntate al gimnasio, aunque mi mente está diciendo que no, que no lo hagas, que en el sofá se está mucho mejor (cállate MissVi!) sobre todo mucho ánimo, y como dices… con filosofía! 😀 la del Gym y el Ñam como dice Sandeea…
Sarki says
Estoy orgulloso de ti jajajaja….a ver si aguantas más que la ultima vez.
Pasando a la receta….en lugar de datiles…alguna otra otra cosa que le vaya bien?
Miss Vinagre says
Querido Sarki, me congratula enorgullecerte… xD de momento ya he aguantado más que la última vez, en lugar de dátiles… ¿qué tal orejones, higos o ciruelas pasas? Creo que cualquier fruta deshidratada te puede servir.
Un abrazo Chimoooooo
Sebas says
Ole esa Diana deportista! jejeje
Receta fácil, rápida y bien rica, la probaremos a hacer en casa como aperitivo y así tengo chutes energéticos antes de ir a sófbol.
PD: Eso del Gym y el Ñam mola