¿Podemos pararnos a hablar del glamuuur que invade mi vida? Sandwiches de mortadela con mayonesa, picsas congeladas, pasta de sobre fresca con aceite de oliva y pimienta negra molida… quizás para muchos sea una dieta estándar, pero para mi va en detrimento de mi salud física y económica, primero: grasú y descontrol y segundo: es sustancialmente más caro a corto, medio y largo plazo.
Pero sin arrepentimientos, ¡no rigrits!, hay ocasiones y momentos en la vida en los que se hace lo que se puede, y estos dos meses se han regido por eso, primero nos preocupamos de salvar los muebles y luego ya vemos si podemos salvar la pintura y las cortinas. Aunque ya llevo una semana y pico (casi dos) en el nuevo curri, sigo über cansada. Supongo que algo habrá tenido que ver el caloraco y las despedidas encadenadas durante estas últimas semanas.
Y hablando de despedidas, he de admitir una cosa, y es que mientras no echo nada de menos los planes de medios un viernes a las 4 de la tarde, sí que echo de menos a mis ex compis. Sin síndrome de Helsinki, que conste en acta xD. Y me acuerdo mucho de ellos cuando uso alguno de los regalacos de despedida que me hicieron.
Imaginaos mi alucine cuando empecé a abrir regalos y pensé «¿Cómo? ¡Pero si este es el espiralizador de verduras que quería! ¿Y la cesta? ¡También!». Los muy bandoleros se habían metido en mi lista de deseos de amazon cuando yo no estaba y se liaron a comprar cosas. Como por ejemplo el espiralizador mencionado, dos copas de mi estilo favorito, un cortador de film transparente, un termómetro de horno (que perdí en la mudanza), un delantal a juego con los paños que ya tengo y una cesta para la compra que me chifla.
Y como me conocen bien… un curso de cupcakes de Alma Obregón, ¬_¬¡.
Menos mal que fué coña, porque al principio no me lo creía pero luego viendo las caras de póker que ponían casi cuela, y ¡glups!, chicos, recordadme que no juegue con vosotros a las cartas. Pero que conste que si hubiera sido verdad habría ido XD.
En realidad por detrás estaban firmado por ellos, muchas gracias muyayos, ¡sus quiero! Un abrazo a Pessi, Zehio, Nacho, Héctor, Regañismo, Marto, Marisa, MeriKatfuss, Pato, Natalia, Carlitos, Silvia, Sara, Arenillis, Victor, Edu, Elena Castán, MeriGuiral, Dani, Marian, Piter y otros tantos que seguro que me dejo en el tintero. Gracias especiales a Fer y Larry por pasarse el jueves. Y una peineta a quien ya sabemos XD. ¡Acordaos de mi cuando tengáis hambre! No os preocupéis, que seguro que algún pastelito caerá y haremos quedada de panceta, (si Zehio dispone de traer de Azuaga). Ahora voy a seguir espiralizando todo lo que tengo en casa xD
Como de algo hay que morir en esta vida hagámoslo con un poco mas de glamour que con el bocadillo de mortadela, y márquemonos un Crónicas Carnívoras (sí, ese programa en el que el presentador se parece a ElectroCereal xD) con estos macarrones con queso, o Mac and Cheese, como a mí me gusta llamarlos.
Posiblemente os acordéis de que ya los hice en su momento, y que me repito mas que el ajo, pero ¡paren las rotativas!
Porque estos son unos Mac and Cheese upgradeados, level-up, de luxe, super sayan, over 9000, Creme de la Creme, atascaarterias, tumbaollas, papanatas, espurgabueyes… creo que me he perdido.
Tomamos como base mis antiguos Mac and Cheese y enriquecemos la salsa con AÚN más queso, en esta ocasión queso Raclette que podemos sustituir por otro queso de pasta blanda fundente. Y mejoramos más si se puede los macarrones añadiendo una capa intermedia entre mac y mac de bacon churruscadito en su punto, dulce cebolla caramelizada y cremosas migas de queso gorgonzola.
Rematamos con más queso rallado en vez de pan y disfrutamos de este volcán gozoso de queso por doquier.
Si los sueños están hechos de algún material estos macarrones son sin duda el alimento de los fabricantes de esos sueños. Capaces de suministrar energía a un cohete interplanetario con la cantidad de calorías que contienen no son un plato para estomagos sensibles o remilgados. Aquí hemos venido a comer, y después a sudar como gorrináceos. ¡EAH!
Ante todo: No comas estos macarrones en exceso si padeces de sobrepeso, colesterol alto, alta intolerancia a la lactosa o vas a hacerte un análisis de sangre al día siguiente. Planifica bien este placer quesuno y resérvate un par de días con ensaladas y cosas ligericas, así no te pesará tanto.
En esta ocasión los ingredientes son pocos y grasientos. Deliciosos. Prepara con anterioridad 7-8 lonchas de bacon bien cocinadas. Carameliza también dos cebollas (puedes encontrar la receta aquí) yo para un toque de gochismo cociné la cebolla en la grasa que soltó el bacon al cocinarse. Estos son los dos únicos preparativos serios que deberías de hacer. Súmale 300 gramos de pasta corta pequeña (en este caso utilicé mini plumas), mantequilla, harina y leche para la bechamel y cremoso queso raclette, cheddar y gorgonzola para la salsa deliciosa.
Comienza poniendo agua a hervir y tapa la olla, no mirar el agua es la manera más rápida de que hierva el agua.
Empieza derritiendo en una olla de fondo pesado la mantequilla
Déjala derretir a fuego lento.
Mientras tanto, si no lo has hecho ya y eres un pelín vaguete como yo comienza rallando el cheddar. El queso siempre mejor rallado al momento y más aún para este tipo de platos. El queso ya rallado en bolsa tiene sales fundentes y aditivos que no le dan una buena textura a la salsa y lo que queremos es una textura suave y sedosa.
Corta el queso raclette en pedacitos pequeños deshaciéndote de la corteza en caso de tener.
Añade la harina a la mantequilla derretida.
Y remueve bien.
Hasta que no queden grumos y empiece a tostarse la harina hasta que empiece a tener el color de las avellanas y empiece a oler a frutos secos.
Añade con cuidado la leche caliente sin dejar de remover para que no salgan grumos.
Remueve enérgicamente, es la única manera de deshacerte de los grumos.
Remueve con frecuencia a fuego medio mientras espesa la bechamel.
P
Cuando comience a espesar prueba el grado de espesor con una cuchara de madera.
Si al pasar el dedo por la cuchara se queda el surco marcado ya está lista.
Añade el queso cheddar el raclette y remuévelo bien hasta que quede bien deshecho.
Pon la pasta a hervir en el agua.
Prueba de sal la salsa de queso.
Añade más de ser necesario y súmale un poco de pimienta negra recién molida.
Guarda dos cucharones de salsa aparte y añade los macarrones ya cocinados (al dente) a la salsa y remueve bien
Dispon la mitad de los macarrones en el fondo de una bandeja para horno.
Prepara el bacon.
Córtalo en pedazos de 1 cm y espárcelos por encima de los macarrones
Esparce también la cebolla por encima de manera uniforme.
Desmiga el gorgonzola por encima, repártelo equitativamente, ningún hueco sin gorgonzola.
Respira hondo, aún tenemos que ponerle otra capa de macarrones por encima.
Remata el asunto con los dos cucharones de salsa que habíamos reservado y espolvorea todo con queso rallado, la cantidad va a tu elección.
Introdúcelo al horno con el gratinador puesto durante 8-10 minutos o hasta que esté dorado a tu gusto. Haz unas flexiones mientras está en el horno, tu corazón te lo agradecerá. Sirve tus Mac and Cheese sin remordimientos y gózatelo. Cena o come un yogur después de esta inyección de grasú.
Basada en la receta de The Pioneer Woman y la antigua que apareció aquí en MissVi.
- 300 gramos de pasta seca
- 75 gramos de mantequilla
- 40 gramos de harina
- 800ml de leche caliente (preferiblemente fresca)
- 200 gramos de queso de raclette rallado o en lonchas (u otro queso fundente)
- 100 gramos de cheddar recién rallado
- 70 gramos de queso gorgonzola
- 7-8 lonchas de bacon ya cocinadas
- 2 cebollas caramelizadas cortadas finas
- Sal
- Pimienta negra
- Queso cheddar extra para espolvorear
- Comienza poniendo suficiente agua para cocer los macarrones al fuego. Tápala hasta que llegue a ebullición.
- En una olla o cacerola grande a fuego medio derrite la mantequilla por completo, una vez derretida añade la harina y remueve bien hasta que no queden grumos, déjala tostar durante 3-4 minutos sin dejar de remover hasta que tenga el color de las avellanas, ligeramente tostado.
- Con cuidado añade la leche poco a poco sin dejar de remover y deshaciendo todos los grumos posibles.
- Deja cocer la leche con la mezcla de harina durante 8-10 minutos a fuego medio hasta que espese un poco y al pasar un dedo por la cuchara se quede marcado en la bechamel.
- Baja el fuego a temperatura baja y añade el queso raclette y el cheddar. Remueve hasta que se fundan con la bechamel. Pruébala de sal y corrige de ser necesario, añade pimienta negra molida a discrección.
- Precalienta el horno con grill (calor superior) a 220º.
- Añade la pasta al agua hirviendo con un pellizco grande de sal. Cuécela hasta que la pasta esté al dente.
- Una vez cocinada la pasta escúrrela y vuélcala dentro de la olla y añade toda salsa excepto dos cucharones (resérvalos en la olla en la que has hecho la salsa), remueve bien impregnando los macarrones.
- Dispon la mitad de los macarrones en una fuente para horno y extiéndelos por el fondo.
- Trocea las lonchas de bacon en trozos de aproximadamente un cm y extiéndelos sobre los macarrones en la fuente. Extiende la cebolla caramelizada por encima. Desmiga el gorgonzola encima del bacon y la cebolla procurando que quede bien distribuido.
- Cubre el bacon la cebolla y el queso con los macarrones restantes. Remata con la salsa restante y ralla un poco de queso cheddar extra por encima de los macarrones, salpica con un poco de pimienta negra recién molida.
- Gratina la fuente de macarrones durante 7-8 minutos o hasta que esté dorado al gusto.
- Sírvelo caliente.
Varia los quesos y añade mas ingredientes si lo deseas, como por ejemplo champiñones salteados o pimientos del piquillo asados.
Patricia says
¡¡Ohhh… Qué sensiblera te nos has puesto Miss Vinagre!! ¡¡Y lo que te vamos a echar de menos!!
Miss Vinagre says
Y lo que os echo yo a vosotros qué? xDDD