Pues sí, no falla, basta con decir que voy a hacer una nueva entrada y que todo se confabule en contra. Es un clásico, navidades de por medio, cumpleaños variados…
Y sí, tuve vacaciones pero las empleé en la importante actividad de no hacer nada en aras de todas las actividades que habia en el chorizonte, comidas, viajes, esperas de jamones, compras de regalos.
Así que animada por cosas que no vienen a cuento (carnes crudas con guarniciones quemadas xD) me he puesto al trapo para continuar con el trabajo que empecé el otro dia, voy a explicaros como aprovechar la masa quebrada para hacer una preparación salada, que todos estamos ya hasta el papo de cupcakes, galletas y la madre que les dió parto a todas.
Una galette es basicamente una tarta salada o dulce en la que el relleno se deposita en el centro de un disco de masa quebrada y luego se pliega el borde encima, destrozando cualquier argumento de «Es que no tengo moldes para tartas», «Es que no tengo maña», «Es que me fuí al pueblo y me eché novia»… Los únicos trucos son: usar un relleno que no tenga demasiado líquido (empaparia la masa antes de que llegara a cocerse) y… y ya está… (No se por qué he hablado en plural)
En esta he utilizado queso azul, cebolla caramelizada y guisantes frescos, si no encontrais guisantes frescos, sustituidlos por cualquier otra verdura blanda, con guisantes congelados no quedará igual de rica (Malditos balines de escopeta de aire comprimido color verdes que nos venden como guisantes congelados). En su ausencia probad a sustituirlos por daditos de calabacín, de berenjena o incluso pequeños pedacitos de broccoli. Podeis sustituir el queso azul por queso fresco de cabra u otro queso, pero que sea bastante sólido, porque si es muy blando puede llegar a quemarse, yo elegiria por ejemplo un Feta o un Idiazabal semi, y huiría de los quesos estilo Gruyere o Emmental.
Al tajo…
Galette de queso azul, cebolla caramelizada y guisantes frescos
Para una galette, sirve como entrante para 4 personas, como principal para 2
1 masa quebrada (receta aquí)
75 gramos de guisantes frescos
100 gramos de cebollas caramelizadas (si no sabes como hacerlas mira mas abajo, o compra un bote de mermelada de cebolla)
75 gramos de queso azul (un gorgonzola dolcelatte queda genial, pero puedes utilizar un buen roquefort o un cabrales suave)
Precalienta tu horno a 190º
Empieza extendiendo la masa quebrada con un rodillo sobre un papel de horno/encerado, con esto te ahorras manchar la bandeja de horno
Distribuye el relleno en el centro dejando un margen de unos dos centimetros entre el borde y el relleno.
Empieza a plegar el borde, puedes arrebujarlo todo a lo mecagontó pero plegándolo de esta manera queda mas arregladito.
Continúa plegando haciendo una especie de solapa (no se como llamarlo)
Ve haciendo pliegues hasta completar el borde de la tarta
Hasta que quede tal que así…
Lleva la tarta a la bandeja del horno y metela en el mismo, cuécela hasta que esté dorada y crujiente, unos 20-30 minutos. Si ves que se está dorando demasiado pero aun tiene partes crudas baja unos 10º la temperatura del horno y cubrela con papel de aluminio.
¡Sírvela y disfruta!
La galette se puede congelar, pierde un poco de su crujientez, sobre todo si la recalientas en microondas, descongélala a temperatura ambiente, un golpe de calor con el horno tradicional puede devolverle un poco la vidilla.
Cebolla Caramelizada
El principal truco de la cebolla caramelizada es no perderla nunca de vista, porque si no es cuando se quema
Necesitarás
2 cebollas hermosas cortadas en aros finos
1 cucharada de azúcar moreno o una cucharada grande de miel (yo prefiero la miel)
1 cucharadita de sal
1 pizca de bicarbonato
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Pone el aceite en una sartén a fuego medio-bajo, no dejes que humee, no queremos quemar las cebollas.
Pon los aros de cebolla a pochar a fuego lento (esto de pochar es cocer a fuego lento en aceite pero sin que llegue a freirse, dejando que suelte el agua que lleva dentro) hasta que se ablanden y empiecen a transparentar.
Cuando empiecen a dorarse un poco agrega el azúcar o la miel y remueve bien para que se disuelva en la cebolla. Agrega la sal y una pizca de bicarbonato, remueve bien.
Deja que se vaya caramelizando y tomando un tono marrón oscuro sin dejar de remover de vez en cuando, no le pierdas el ojo, tienen el arte de quemarse cuando sales un momento a hacer cualquier chorrada.
Cuando estén listas (marron claro-oscuro pero sin estar quemadas) sácalas de la sartén y escurre el aceite. Esto lo puedes hacer con una espumadera, no las pongas sobre papel de cocina, porque se pegarán y a nadie le gusta el sabor de la celulosa.
Reserva para el uso que le vayas a dar. Si todo lo demas falla… mermelada de cebolla…
Disclaimer:
No quereis la cebolla tan tostada como la de las fotos, se puede comer, pero pierde su encanto xD La culpa… de los Simpson, como siempre.
Bonus track
A todos aquellos que hacen proposiciones de año nuevo para pasárselas por el forro de las gónadas… Es decir, todo el mundo xD
Es que me poneis negra, hombre ya…
yelier says
Qué hambre da leerte, madre mía, lo próximo organiza cursillos y te forras.
Miss Vinagre says
¿Quién en su sano juicio pagaría por aguantarme? ¿Estamos locos?!
Hola Lol says
Pues que cosa más rica……y original.
Tus explicaciones claritas y divertidas.
Estás «sembrá».
Miss Vinagre says
Estás hecha una fan incondicional! jajaja xD
Y sembrá estoy, pero de vinagre!!!
Bardo says
por fin, algo que puedo hacer sin cosas raras: tarta de cosas, a prueba de tontos. Me encanta!
Bardo says
Por cierto, los guisantes de bote son más prácticos y menos chungos que los congelados. WIN para esta receta
Virginia says
Ostras, lo quiero. YA.
Miss Vinagre says
Anímate a hacerlo Virginia, ya verás que rica! 🙂
Virginia says
Lo haré y cuando lo haga, te cuento… 😀