Iba a subir una receta de pollo de estilo asiático, pero por romper un poco la norma y porque mi exiliada en la República Dominicana favorita lo pide, hoy os traigo una receta de pollo asado de las que rompe moldes.
No se vosotros pero siempre que intento asar un pollo me queda más seco que una mojama, y si bien queda bueno, porque le pongo muchas cosas ricas (ande amos a parar), acaba pareciendo más el guardián de la cripta que otra cosa. Y no será por falta de empeño por mi parte.
Lo lamentable en mi caso es que hay un montón de cosas que se me resisten y son precisamente las más sencillas: pollo asado, croquetas que no exploten, cocido madrileño como Dior manda… Parece que a más sencillo menos capacidad de lograr mi fin tengo, cosas veredes amigo Sancho.
Pero como soy una cabezona de tres pares de narices no me suelo rendir con mucha facilidad.
XDBUAJAJAJAJAJAJA. Es broma, es broma, si me sale algo mal me obceco y no vuelvo a intentar hacerlo en varios meses. Hay veces que prefiero tirar la toalla temporalmente y retomar el asunto cuando me salga más buenamente de un esfínter (#ojocuidao, que tenemos más de un esfínter, rebonicos, que os veo la sonrisilla xD)
El caso es que esta receta de pollo con leche de Jamie Oliver lleva bastante tiempo rodando por las redes de redes, y en una de mis biblias, The Kitchn, hicieron una pequeña revisión de la receta con una ligera modificación, dejar tiempo tapado en el horno para que se hiciera en sus jugos. Clasifican la receta como la mejor receta de pollo asado de todos los tiempos.
Entre nosotros: está muy bueno, pero no creo que sea el pollo más rico de todos los tiempos. Creo que es un factor del que depende las circunstancias de cada persona; me explico: para mi, después de 15 dias de marcha por el GR11 en Pirineos, comimos en un pueblo, y la comida me supo a gloria bendita (¿por comer, quizás, en una silla y una mesa?), pero mejor aún un Magnum de chocolate y caramelo que me tomé de postre, os juro que he comido muchos helados de esos después y ninguno me ha sabido igual que me supo aquel. En definitiva, todo depende de todo que a la vez depende de todo (blablablablabla)
Una de las cosas mas curiosas de esta receta es que la leche con la acción de la peladura de limón se corta, y lejos de ser algo asqueroso, resulta bastante rico, pero si aún con todo a ti no te gusta eso puedes ligarla batíendola con una minipimer. Yo con lo asquerosita que soy me la comí tal cual y la experiencia fué buena.
El punto que cambia con respecto a la receta original de Jamie Oliver es que en The Kitchn hicieron, por un afortunado error, la receta con la olla tapada durante la primera hora. Bendito error, porque hacía tiempo que no probaba un pollo tan jugoso, incluso las pechugas que suelen ser mas secas que un finlandés sobrio estaban que parecía que iban a llorar lágrimas de néctar (tomaexageración). Yo por mi parte al no encontrar salvia la sustituí sin remordimiento alguno por romero, que es como que más de aquí, de toda la vida.
El resultado es lo bastante bueno como para convertirlo en una pieza a repetir en una rotación de menús, junto con platos como la paella, los macarrones con chorizaco y unas buenas lentejas. No requiere mucho tiempo de preparación; lo más laborioso es dorar un poco el pollo antes de meterlo al horno, y ni con esas creo yo que se complique. Después de eso es echar todo a la cazuela y Santas Pascuas.
¿Es necesaria una cazuela especial de la vida de Le Creuset/Staub/Emile Henry/empeñar un riñón? Realmente no, puedes hacerlo en una cacerola de barro de las de toda la vida en la que quepa el pollo, y si no tiene tapa o no es muy alta cubrirlo todo muy bien con papel de aluminio haciendo una especie de tienda de campaña/circo del sol sobre el pollo y quitándola cuando toca. Es más, si no tienes cacerola de ningún tipo: Agénciate un molde de aluminio desechable de un bazar chino, dora el pollo en una sartén grande y ásalo todo bien tapado metido en el molde del chino. Así de fácil. Luego tira el molde a la basura.
Aquí tienes una bandeja de aluminio que puede dar el pego (vigila que tenga el tamaño correcto para el pollo).
Para usarla, saca la bandeja del horno (la de metal o rejilla que está siempre dentro) y pon la bandeja de aluminio encima, rellénala con todo y mete todo el conjunto en el horno, así te evitas que la bandeja de aluminio se doble con el peso del contenido y el peligro de que la leche se desparrame.
Una cocotte de hierro colado tiene muchas ventajas y ahora precisamente tienes más opciones que nunca y no todas ellas necesitan de empeñar un riñón.
La opción de mejor calidad/precio probada la tienes en Ikea, varios bloggers la usan y hablan muy bien de ella:
Senior por 39,95€
Ya sin comprobar ni tener referencias tienes una más barata, no la he probado, pero por ese precio es bastante asequible experimentar:
Cocotte redonda Crealys por 34,95€
Si nos vamos a una gama alta y lo miramos como inversión de futuro (dejar en testamento la cocotte, básicamente) tenemos las siguientes piezas:
Cocotte Staub por 184,95€
Y si quieres variedad de colores, garantía de por vida y ahorras lo suficiente:
Cocotte Le Creuset por 197,97€
Este es el modelo que tengo yo en 24 y 26 cm (siendo el del post el de 26). Que por cierto son un regalo xD no os vayáis a creer que voy por la vida comprándome estas cosas a lo loco (que me ha costado 4 años ahorrar para comprarme una plancha de vapor de las buenas y estoy ahorrando para una cacerola baja).
De Le Creuset, que son las únicas que he probado, os puedo decir que se limpian muy bien, son muy bonitas, y que si no estás acostumbrado a cocinar con batería esmaltada cuesta un poco cogerle los tiempos, pero dora y sella la comida de maravilla. Al retener mucho más el calor y distribuirlo mejor puedes bajar bastante más el fuego y ahorrar en ese sentido. Tienen garantía de por vida (del comprador) exceptuando las clásicas barbaridades, como dejarlas caer al suelo o permitir que se quemen hasta ennegrecer. En definitiva el Rolls Royce de las cacerolas. Si tienes dineros, gástatelos, si no la de Ikea te hace el avío ferpectamente.
Eso sí, escojas el modelo que escojas: pesan como una vaca en brazos, tenlo en cuenta y piensa que es gimnasio que te ahorras.
El paso a paso en foticos, la receta para imprimir después de todo el mondongo.
Estos son los ingredientes, sí, son 10 dientes de ajo, tranquilos, no os va a oler el aliento, not today. Con los limones como sólo usaremos la cáscara podéis hacer una limonada luego. Un par de ramitas de romero, mantequilla, aceite de oliva, un palo o dos de canela, sal y pimienta.
Seca el pollo con papel de cocina para eliminar cualquier rastro de humedad, sálalo y salpiméntalo.
En una cazuela resistente al horno con tapa (o en una sartén grande) comienza derritiendo la mantequilla en el aceite a fuego medio-alto.
Coloca el pollo dentro de la cazuela, da igual si es boca arriba o boca abajo, el caso es que le vamos a dar vueltas hasta que quede bien dorado. Mi consejo es que lo tapes mientras se dora por cada lado, así evitas un bukakito de aceite hirviendo en la cara, que eso no le gusta a nadie y no pretendemos asaltar ningún castillo.
Una vez doradito sácalo de la cazuela y ponlo en un plato.
mientras retiras todo el aceite de la cazuela (o sacas una cazuela o recipiente desechable de aluminio, ver notas en la receta) puedes reservarlo para saltear otras cosas si no ha quedado demasiado quemado.
Vuelve a poner el pollo en la cazuela. Boca arriba, para que quede más bonico.
Ralla por encima del pollo la corteza de los limones, con cuidado de no rallar la parte blanca de la corteza, porque podría añadirle amargor.
Añade la leche, el romero, los dientes de ajo, la canela, sal, y pimienta negra.
Tapa la olla o cubre el recipiente que tengas con varias hojas de papel de aluminio procurando que quede bien sellado. Mételo tapado durante una hora en el horno a 190º, transcurrido este tiempo retira la tapa/hojas de papel de aluminio y continúa el horneado destapado durante media hora más. Y ya está… a disfrutar locamente! 😀
- 1 pollo de 1,5 kg
- 4 cucharadas de mantequilla
- 4 cucharadas de aceite
- 500ml de leche
- 1 palo de canela
- La ralladura de dos limones (mejor rallados en el momento de añadirlos)
- 10 dientes de ajo
- Dos ramitas de romero fresco troceadas
- Pimienta negra recién molida
- Sal
- Precalienta el horno a 190º, con calor por arriba y por abajo.
- Elimina los restos de plumas que pueda tener el pollo, que en mi caso eran varios. Si tiene pelillos quémalos con la llama del fogón o un soplete.
- Seca la parte exterior del pollo, ponle sal y frota bien la piel con ella, salpiméntalo.
- Pon la mantequilla y el aceite en una cocotte o un recipiente resistente al horno y con tapa en el que quepa el pollo a fuego medio.
- Cuando se haya derretido la mantequilla coloca el pollo dentro de la cazuela y deja que se dore dándole vueltas a fuego medio, cúbrelo con la tapa para evitar salpicaduras locas.
- Una vez dorado, sácalo de la cazuela y déjalo en un plato, retira la grasa que hay en la cazuela volcandola en un recipiente. Vuelve a meter el pollo en la cazuela, añade la leche, ralla las cáscaras de los dos limones encima del pollo y de la leche, añade la canela, el romero y los dientes de ajo, espolvorea con un poco mas de sal y pimienta negra.
- Mete la cazuela tapada en el horno durante una hora, en la zona media del horno, transcurrido ese tiempo destápala, y déjalo asar durante 30 minutos.
- Sácalo del horno, déjalo reposar 10 minutos y trínchalo dividiéndola en 4 cuartos. Sírvelo con una ensalada de hojas verdes.
Pucheritos Oliver dice que esta es una receta para 4-6 personas, yo creo que se queda corta para dos personas como plato único.
¿No tienes cazuela con tapa resistente al horno en la que te quepa el pollo?
Usa una cazuela resistente al horno en la que quepa el pollo y dora el pollo en una sartén aparte, tápalo todo con papel de aluminio muy bien y mételo en el horno durante una hora, destápalo y déjalo hornear otra media hora.
Si no tienes ninguna cazuela compra una bandeja de aluminio desechable en cualquier bazar chino y sigue los pasos dorando el pollo en una sartén como en el caso anterior, tapa el recipiente con aluminio y sigue los mismos pasos.
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bego says
Pero que buena pinta!!!
Yo suelo hacer uno de Jaime y la verdad que me queda muy buen, y no me queda nada seco, pero este lo probaré sin duda!!! por cierto… me encanta el gif de la niña con el cepillo!!! jijijijijijijijijij
enhorabuena guapa!
Miss Vinagre says
Jajaja Muchas gracias Bego! ¿Qué receta de Jamie es la que haces tú? Me encantaria probarla para… ehmmm ¿hacer testeo? ¿benchmarking? xD Para comerla, vamos!
Gracias por pasarte por aquí!
Raisah says
I’m in love con el gif de James Franco xDDD
Miss Vinagre says
Es como… adorable y ostiable a la vez… cosas incompatibles? o no…
Carolina says
Tiene una pinta increíble, como todo lo que sueles poner. Una preguntita: si en lugar de un pollo grandote quieres poner dos pollitos de esos pequeños, ¿cómo variarían los tiempos de horno?
Miss Vinagre says
Hola Carolina!
Gracias por tus palabras! 😀
Si quieres poner dos pollitos dependerá del peso. En este caso yo empezaría con un poco mas de la mitad del tiempo, y para asegurarme pillaría un térmometro de carne en una ferreteria, así te aseguras que el interior está hecho antes de comerlo 😀
Espero que sirva de algo!
Carolina says
Muchas gracias, probaré como dices, con un poco más de la mitad de tiempo.
José García says
Bendito marido.