Pollo Parmesana

Si quieres pasar de mi lata e ir a la receta pínchame una… digo aquí
Si quieres saber que tal fue el Salón Gourmet, espera un poquito a que escriba la crónica 😀

Aunque algunos no se lo crean yo soy muy de aprovechar lo que tengo en la nevera e improvisar vilmente. Anoche mismo hice unas crepes rellenas de una especie de pisto de puerros, calabacín, cebolleta y tomate fresco que completé ya dentro de la crepe con un pestoso Gruyere (muy #alientodeDragón como diria Miotraella) y lo rematé con un poco de jamón de Chork cortadito. Todo esto vino porque tengo una botella de leche que se me va a ir a la mierda, y claro, no hay que tirar.

Durante varios meses he estado viendo varias recetas de pollo a la parmesana y de todas sacaba una conclusión parecida, realmente no necesitas tener todos los ingredientes, exceptuando, claro, el pollo, y la parmesana, pero bien puede ser uno de esos platos que modificas cada vez que haces en función de lo que haya en la nevera.

El pollo a la parmesana es muy básico, consiste en una pechuga de pollo empanada en una mezcla de pan rallado y queso parmesano, muy rico oiga, que se suele completar con una salsa de tomate, y queso por encima, y así, va al horno a gratinar el queso hasta que se derrita y quede tó rico. Hay opciones que ponen debajo el queso y el tomate encima, otras que el tomate va debajo de las pechugas, otras que usan tomate natural y otras que nada de tomate…

Mi conclusión es:

Haz el amor y no la perra. Deja que el pollo, el tomate y el queso se amen como quieran. Siéntete inspirado, saca lo mejor de ti, a lo mejor te gusta con alcaparras por encima… pues oye… venga ¿por qué no? Corta los filetes mas finos, rellénalos de jamón y queso… yo que sé… Golpéalos a ritmo de conga para ahuyentar a los malos espíritus…

Es un plato tan sencillo que ni siquiera necesitas unas medidas exactas, yo lo serví con polenta cocida en leche, por aquello de variar un poco la fuente de carbohidratos loca y salirme un poco de la tipica pasta o patatas. La polenta es en realidad sémola de maiz cocida, la puedes encontrar ya precocida que tarda menos en hacerse, pero el secreto para que esté sabrosona es echarle un gritón de queso parmesano finamente rallado.

Pero tu lo que quieres es que me coma el tigre, digo… directrices para comerte esto.

Y aquí están.

Polenta básica
Ingredientes para dos personas
130 gramos de polenta.
4 veces el volumen de la polenta en líquido (o lo que indique el paquete) ya sea leche, agua o caldo (ten preparado un poco extra por si necesita más)
50 gramos de parmesano rallado
Sal
Pimienta negra

Si no tienes instrucciones de cocción o tu polenta no es precocida utiliza la norma de 4 veces el  volumen de la polenta en líquido ¿cómo se hace eso?

Pues fácil, por cada vaso de polenta que uses necesitarás 4 vasos equivalentes de líquido.

Ponlo el liquido en una cacerola grande y pon el fuego medio alto hasta que empiece a burbujear, una vez haya comenzado a burbujear echa la polenta con cuidado, poco a poco y sin dejar de remover, porque es muy fácil que haga grumos, remueve muy frecuentemente hasta que la polenta se haya vuelto un puré cremoso, si ves que falta líquido añádele un pequeño cacillo de líquido ya caliente. Las polentas precocidas pueden estar en unos 5 minutos, con la sémola normal te puede costar unos 20 minutos. Remueve con bastante frecuencia para evitar que se pegue y ten mucho cuidado con los borbotones, la polenta puede alcanzar temperaturas de lava líquida, así que te recomiendo cuchara de palo largo y manga larga para protegerte.

Una vez transcurrido el tiempo prueba la polenta, no tienes que encontrar una textura arenosa al paladar sino algo parecido al pan rallado empapado (suena fatal, pero está rico), este es el momento de añadir el queso parmesano, remueve muy bien para incorporarlo y prueba la polenta de sal, el queso tiene bastante pero puede que no esté a tu gusto. Añade un poco de pimienta negra y déjala tapada en un sitio calentito mientras preparas el pollo.

Pollo Parmesana
Ingredientes para dos personas
150 gramos de pan rallado
70 gramos de queso parmesano
2 pechugas de pollo enteras
1 huevo
Aceite de oliva para freir (yo uso Virgen extra)
200 gramos de salsa de tomate casera o preparada
150 gramos de queso a tu elección (fontina, gruyere, mozzarella, yo usé cheddar por que era lo que tenía a mano)
Pimienta Negra
Sal
Orégano (opcional)

Precalienta el horno a 200º con grill

Corta las pechugas de pollo longitudinalmente en dos filetes planos, (esto se lo puedes pedir al carnicero) de manera que acabes con cuatro filetes de pollo de un grosor medio. Salpimentalos (esto es echarle un poco de sal y pimienta por las dos caras)

Prepara el pan rallado con el parmesano, es mejor comprarlo en piezas ya que mantiene mejor el aroma, si tiene que ser rallado procura que sea de una buena marca y si es posible que el charcutero te lo ralle al momento. Si no, rállalo tú en casa.

Puedes utilizar un rallador normal de queso y rallarlo sobre el pan rallado o utilizar un robot.

Añade el queso y el pan rallado al robot
Cierra la tapa (importante) y métele caña hasta que no queden restos de queso.
Una vez esté todo bien mezclado, pasa la mezcla a un bol.

Bate el huevo con dos cucharadas de agua en otro bol.

Coge un filete de pollo e introdúcelo en el bol con el huevo batido, muévelo bien hasta que esté bien cubierto y déjalo escurrir un poco antes de meterlo en el bol del pan rallado, donde deberas moverlo bien hasta que el pan se quede pegado, aplástalo un poco para que se adhiera más pan. Puedes repetir el proceso para hacer un doble rebozado. Repite el proceso con el resto de filetes hasta que los tengas todos listos y déjalos reposar unos 10 minutos.

Prepara una sartén a fuego medio alto llenándola con suficiente aceite para que cubra hasta la mitad de la altura de los filetes (aproximadamente medio dedo, un centimetro y medio a ojo) Caliéntala a fuego medio alto.

Prepara un plato grande con un par de hojas de papel absorbente de cocina.

Introduce los filetes dentro de la sartén con cuidado de no quemarte ni de despegar el rebozado, déjalos freir hasta que los bordes empiecen a tomar un color dorado medio sin acercarse a un color marrón (unos 5 minutos), es el momento de darles la vuelta para que se hagan por el otro lado. (De estos procesos no hay fotos por que la logística es un poco complicada xD) Esto puede durar menos de 5 minutos, pero guíate siempre por el color de la pieza. Saca los filetes de la sartén y déjalos sobre el papel absorbente que habías dejado preparado (Porque lo habias hecho ¿verdad?)

Prepara una pequeña fuente o un plato resistente al horno con unas gotitas de aceite de oliva en el fondo, pon los filetes con cuidado y pon dos o tres cucharadas de salsa de tomate por encima de cada uno repartiendolas bien sin llegar a los bordes (o cúbrelos con más ¡que leches!) Reparte el queso por encima a tu gusto y ponle un poco de pimienta negra y orégano. Mete la fuente en el horno en la parte media-alta y deja que el queso se funda y empiece a tomar un color dorado, esto dependiendo del horno puede ser en 5-10 minutos, no dejes de vigilar.

Una vez listo el pollo  pon unas cucharadas de polenta en  el fondo de dos platos y pon los dos filetes encima, decora con unas hojas de albahaca o de espinacas (como hice yo) para que parezca mas sano xD

Cómetelo rapidito para que no se enfrie.

Notas Interesantes

• Puedes usar lo que tengas de queso en la nevera, pero si lo único que tienes son tranchetes, porfa, no me lo digas
• No racanees con el parmesano. Hacerlo es como que te pongan garrafón en vez de Chivas. NO
• ¡RESPETA EL QUESO!
• Puedes utilizar también pavo o ternera, en este ultimo caso cuanto mas fino sea el filete mejor.
• No aguanta muy bien el congelador o la nevera, pero si le das un golpe de horno se deja comer mejor que si lo calientas en microondas.

0