Dutch Baby con salsa de Frutas del Bosque

Otra receta pa la saca… Esta vez me pongo dulce, corazones. Bueno, no, que eso no me lo creo ni yo xDDDD.

Como últimamente todo han sido recetas saladas y dramas variados (no lo vamos a negar, pero son mis dramas y son importantes) una de cal y otra de arena: Afortunadamente hay buenas noticias que afectan a la gente de mi alrededor y eso contribuye mucho a mi felicidad y por otro lado: Tortita-Gigante.

Hoy he venido a hablaros de mi… Dutch Baby, que en realidad no es mío, ni es siquiera un bebé, y lo de Holandés está por comprobarse.

Un Dutch Baby es realmente una tortita gigante hecha al horno, en la que bates los huevos enteros hasta que están espumosos, acción que les hace crecer en el horno como si fuera un champiñón atómico inverso, lo cuál es bastante espectacular, hasta que se empieza a desinflar como un soufflé cualquiera (¡BARATA!), pero que está bastante sabrosa e impresiona bastante a tus invitados.

El concepto (y la receta que utilizo aquí) lo descubrí en la nunca suficiente bien ponderada web de Joy the Baker que si no conocéis deberíais de avergonzaros, porque es una de mis musas «Not your average blogger» ya que cuenta cosas tanto de comida como de la vida real (Tm) en un tono que es muy suyo y que entretiene mucho. 

En vez de utilizar la receta al pie de la letra lo que he hecho ha sido modificarla, ella añade el azúcar al final como topping con ralladura de naranja, yo como soy una gochona (#gordersMadrid), le he añadido el azúcar directamente a la masa y quitado otras cosas como la nuez moscada, haciéndola mas dulce y poniéndole un topping de salsa de frutas del bosque inspirado en un capitulo de «La cocina de Notting Hill de Bill no se qué» que ví el otro día en el canal Cocina.

Esta receta puede parecer aparatosa, pero es bastante sencilla, la mayor complicación que puedes encontrar es batir los huevos espumosos si no tienes batidora de ningún tipo, ni de mano con varillas ni de sobremesa estilo KitchenAid, pero se puede hacer perfectamente a mano, os lo digo yo. El truco: cuanto mas grandes sean las varillas menos tardarás en que suban.

Otro punto complicado puede resultar el recipiente: yo uso, como Joy, una sartén de hierro colado de unos 22-24 cm que puede meterse al horno porque no tiene ningún elemento de plástico y se calienta y retiene el calor, puedes conseguir prácticamente los mismos resultados con una cazuela  de barro baja o una cazuela de pyrex. Solo tienes que tener mucho cuidado a la hora de sacar y meter el cacharro del horno. No te abrases y triunfarás.

Los tiempos de cocción pueden variar de un horno a otro y a mi con el nuevo horno a los 7  minutos ya se me estaba achicharrando locamente. Conoce tu horno, conócete a ti mismo.

En cuanto a la salsa de frutos rojos, pues es totalmente prescindible, porque esta tortita gigante admite lo que quieras: nutella, mermeladas, helado, frutas caramelizadas, caramelo líquido, siropes variados, frutas frescas cortadas,  o un poco de zumo de limón y espolvoreada con azúcar glass.

En este caso yo he usado frutas del bosque variadas congeladas de La Sirena (no me pagan, me gusta este formato de frutas), que salen relativamente rentables, pero puedes hacerlo con frutas del bosque frescas, o solo con fresas, o arándanos, o lo que más rabia te dé. El chicuelo de la tele le echaba además zumo de limón, pero como yo ya estoy hasta el ñete del zumo de limón pues a tomar por el zulo… si tu no estás cansinado del mismo, puedes usarlo en vez de el agua de la receta, que es lo que le da calidad a la película.

Realmente es una orgía de azúcar y mantequilla con un bukake de azúcar glass. Pero ¿y lo rica que está? La operación frikini no empieza hasta después de Navidad: ¡Aprovechad!

Después de tomarte esto de desayuno o de brunch solo te queda volver a la cama y hacer un horno holandés… xD ¿Qué no sabes lo que es? Ay, alma de cántaro…

Porque todos hemos hecho uno y claro…

Pero sin más dilación:

Dutch Baby  con salsa de frutos rojos.
(Adaptada de Joy the Baker)
Para cuatro personas de entrante dulce de brunch o postre. Para dos en estado de gochismo extreme.

Salsa de frutos rojos
100 gramos de azúcar
120 gramos de frutas del bosque variadas, frescas o congeladas
50 ml de agua
1 cucharada de pasta o esencia de vainilla

Pon en un cazo de fondo pesado el azúcar, sin nada más y ponlo encima de un fuego medio bajo.
Poco a poco verás como se irá derritiendo sin necesidad de agua ni de remover, para crear un caramelo de color dorado. Si ves que empieza oler demasiado a caramelo tostado baja el fuego y haz un movimiento de vaiven para repartir el azúcar.
Una vez conseguido un color dorado y que los cristales de azúcar estén casi totalmente derretidos reduce el fuego al máximo y  añade las frutas del bosque con cuidado. El caramelo quema con lava líquida.

Al principio chisporroteará, con cuidado y una cuchara de metal ve removiendo las frutas en el caramelo para que se deshagan. Notarás zonas que estarán mucho más rígidas por el cambio de temperatura entre la fruta y el caramelo. No te preocupes, ahora nos encargaremos.
Con cuidado añade aproximadamente unos 50 ml de agua y déjalo hervir a fuego lento removiendo con cuidado de vez en cuando, hasta que los trozos de caramelo se disuelvan.

Una vez disuelto añade la vainilla y retíralo del fuego para dejarlo reposar. Tiene que estar bastante líquido mientras esté caliente, ya que al enfriar espesará.

Llena la cacerola en la que has hecho el caramelo con agua y deposita las cucharas que hayas utilizado dentro, ponla a hervir a fuego lento para evitar la frustración de tener que frotar luego el caramelo pegado (y hagas lo que hagas siempre se pegará)

Pasa a preparar el Dutch Baby:

Dutch Baby
3 huevos grandes  a temperatura ambiente
135 gramos de azúcar
85 gramos de harina normal
150 ml de leche
1/4 de cucharadita de canela
1 cucharada de pasta o esencia de vainilla
1 pizca de sal
100 gramos de mantequilla cortada en dados muy fria.

Mete un molde o una sartén de 22-24 centímetros, preferiblemente bastante pesada que sea resistente al calor y métela en el horno a precalentar a unos 200º.

Mientras tanto en un bol grande con una batidora de varillas manual o eléctrica, o en una batidora de sobremesa bate los huevos, hasta que queden espumosos y ligeros.

Añade el azúcar, la leche, la harina, la sal, vainilla y canela y bate ligeramente hasta que los ingredientes estén incorporados. Quedará una mezcla bastante líquida.

Saca con cuidado la sartén o el molde del horno y ponlo encima de una superficie estable y resistente al calor.  Echa la mantequilla en dados y deja que se funda y burbujee abundantemente.

Añade la masa de la tortita a la sartén dejándola caer en el centro.

Vuelve a meter la sartén o el molde de nuevo al horno a unos 210º en el centro del mismo horno. La tortita estará lista en unos 10-15 minutos, pero vigila, dependerá del calor de tu horno. Transcurrido el tiempo habrá subido por los lados de una manera espectacular y deberá de estar dorada con los bordes superiores ligeramente tostados.  (Esta en concreto sólo tardó 7 minutos, aún no le he cogido el tranquillo al horno, pero Joy habla de tiempos de entre 18-25 minutos)

Sácala del horno. En este momento notarás como empieza a encoger y colapsarse, no pasa nada, está bien, es el comportamiento normal del plato.
Sírvela con la salsa de frutos rojos por encima y espolvoreada con azúcar glass

Disfrútala comiéndola directamente del molde o sartén con tenedores. Cuanto mas grueso sea el recipiente mas tiempo mantendrá el calor y mas podréis disfrutar de esta megatortita.

Notas Interesantes

• Utiliza el recipiente con el que más cómodo te encuentes, no tiene porque ser cuadrado
• No dura muy bien de un dia para otro. Además de que no suelen quedar restos.

 

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