Merengues de algodón de azúcar.

Intentar llevar el blog al día es un coñazo. Es como si te empezara a llover granizo  en todas direcciones…

Aunque el granizo son ideas, y la mayor parte de ellas bienvenidas. Pero por suerte o por desgracia tengo que lidiar con una cosa llamada Vida Real (Tm)  la cual dificulta la disponibilidad del tiempo que puedo dedicar a este aborto que me da por llamar blog xD.

Todo el mundo tiene brillantes ideas, que son geniales, pero el 99% de ellas te las sugieren personas que no tienen un blog o cualquier equivalente al que haya que dedicarle tiempo. «Tienes que cambiar el tema de wordpress» «Estaría mejor con una cabecera» «¿Has probado  ponerle un flabberglasterblaben zubestrogüer?»… entre muchas otras ideas. Todo muy correcto, pero de verdad que necesito mi dosis de sofá y American Dad para poder escribir. Mejor no hablemos de la pila de ropa para lavar y omitimos el hecho de que hace meses que no plancho, pero creo que esto último es un problema genético xD.

Mis sugerencias favoritas son siempre las culinarias, no os podeis imaginar la lista que tengo pendiente de ideas geniales y desternillantes, pero tienen que ir por orden y ahora mismo, aparte de las ideas, tengo 3 o 4 recetas pendientes de escribir y editar las fotos. 5 minutos de lectura para un visitante me suponen aproximadamente unas 6 horas mínimo de trabajo en cada post de media, así que si me haceis una sugerencia y os digo «¡Heeey!, genial» no os tomeis a mal que el post tarde una semana, o dos meses en aparecer. xD

La receta de hoy es extraordinariamente fácil, es un merengue que sólo requiere de una batidora de varillas como elemento más extraño, pero también se puede hacer a mano, con una batidora manual y una muy buena dosis de mala ostia para descargar.  Y sí, se puede hacer, una tirillas como yo puede montar claras a punto de nieve con un batidor de mano.

La gracia de esta receta es que viene a ser la replica a la sugerencia de Bardo en las respuestas de un post anterior, en el que decia que hiciera una tarta de una mierda, con moscas y tal. Pues bien, aqui está la mierda para Bardo xD, que si bien no satisfacerá las ansias del coprófago estándar es bastante más agradable a la vista que la idea original.

Si viviste tu infancia en los 90 en el Levante Español y sintonizabas la TV3 en casa (la única que por aquel entonces tenia la mayor oferta de dibujos animados) seguro que conoces la mítica serie Dr. Slump, donde una niña androide llamada Arale cometia barbaridades sociales en un pueblo llamado Villa Pingüino, su inventor, Senbei Norimaki, se hacia pasar por su hermano para mantener la farsa. El autor de este maravilloso esperpento no es otro que Akira Toriyama, el responsable de otra mitiquisima serie de nuestras entretelas, Dragon Ball, o como la conocíamos por aquel entonces Bola de Drac.

Una de las aficiones de Arale era pinchar cacas con un palo, así que de esa acción nace este homenaje a una de las series favoritas de mi infancia.

Merengues

Para unas 60 «caquitas»

Ingredientes

5 Claras de huevo a temperatura ambiente
1 Cucharadita de cremor tártaro
75 gramos de azúcar glass tamizado
Esencia o emulsión (En este caso esencia de algodón de azúcar)
1/8 de cucharadita de colorante rosa

Comienza precalentando el horno a 100º. Prepara dos bandejas de horno con papel de hornear.

Coge un bol grande y mezcla con cuidado las claras de huevo con el cremor tártaro. Empieza a batirlo con el batidor de varillas eléctrico o manual hasta que forme burbujas grandes, incorpora en azúcar y remueve a velocidad baja hasta que quede bien disuelto y no haya grumos. Métele caña a máxima velocidad hasta que empiece a formar picos suaves. Incorpora en este momento la esencia (sigue las instrucciones del fabricante en cuanto a la proporción que debas utilizar) y el colorante. Bate a toda velocidad hasta que forme picos duros que mantenga la forma. Sabrás que está listo cuando le des la vuelta al bol y la mezcla no caiga y mantenga la forma.

Puedes depositar el merengue a cucharadas sobre la bandeja (no quedarán con forma de caquita)  o rellenar una manga pastelera con una boquilla lisa mediana, ve dibujando espirales con la manga pastelera de fuera hacia adentro y deja que forme un pequeño pico en la punta, la práctica hace la maestria.

Llena las bandejas con los pequeños montones de merengue y deposítalas en el horno durante unas 3-4 horas.

Si ves que se empiezan a dorar baja la temperatura, si no puedes bajarla más porque tu horno no da esa opción deja la puerta del horno (no de la cocina) entreabierta 1 cm, si no se aguanta abierta utiliza una cuchara de madera como tope para que no se cierre.

Están listos cuando puedas despegarlos sin problemas del papel y al probarlos no estén húmedos en el centro. Consérvalos en un recipiente hermético y no los metas en la nevera.

Apaga el horno.

Notas:

• El cremor tártaro es un derivado de la fermentación de los vinos y sirve de estabilizante para las claras de huevo. Ahora es más fácil encontrarlo en tiendas de reposteria tanto físicas como online (Yo me lo traje de Inglaterra). Si no lo encuentras puedes prescindir de él.
• Si no encuentras esencia de algodón de azúcar (Yo utilice 10 gotas de la de Lorann Oils) puedes saborizar el merengue con lo que quieras, una cucharadita de esencia de vainilla, media cucharadita de canela, media cucharadita de café expresso… intenta mantener el ratio y no pasar de una cucharadita del saborizante.
• Cambia el color y convierte las caquitas en la Princesa Bultos con un poco de colorante violeta y una estrella de azúcar amarilla.
• Les pinté los ojos con un rotulador negro de tinta comestible, también a la venta en los sitios especializados.

 

 

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