Galleta individual

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Galletas, galletas, galletas…  Me encantan las galletas, comerlas, verlas en fotos, coleccionarlas, pensar en ellas, dormir con… bueno, no, eso no, que lo de las migas en la cama es algo que odio a muerte.

Como niña en los ochenta las únicas galletas que conocí fueron las galletas comerciales «secas», que estaban muy ricas, pero cuando veía Barrio Sésamo no entendía por qué el Monstruo de las Galletas vivía tan al borde del abismo con una adicción tan jodida por aquellas cosas, que oye… estaban buenas, pero psché.

Mis favoritas eran las Yayitas de miel, las galletas Princesa, y las lenguas de gato. Contrariamente al resto de niños el surtido Cuétara me disgustaba, casi no habían galletas de las que me gustaban con el centro de mermelada y te acababas comiendo el resto por aburrimiento. La decepción era máxima cuando sólo había un piso en la caja. Lo peor de todo es que las mejores galletas no las vendían fuera de ese surtido, como por ejemplo la que era un sandwich de una galleta clara y otra de chocolate con crema entremedias. Aquello era lo mas parecido que podíamos conseguir a las Oreos que salían en las películas.

Un buen dia aparecieron las Chips Ahoy y en aquel momento creí que por fin había encontrado las galletas por las que se volvía loco el Monstruo, pero vaya… tampoco. Visualmente se parecían mogollón ¿Habría encontrado el Santo Grial de las galletas?

Pues iba a ser que no. De textura arenosa y con unos chips de chocolate que no me acababan de gustar, nunca llegaron a llenar el espacio que había en mi corazón galletil.

Hasta que un dia… oh… cuando volvíamos de la ortodoncista mi hermana y yo descubrimos por fin, la GALLETA. Daba la casualidad de que al lado de la parada de autobús en la que cogíamos el bus de vuelta había un Pans & Company y una de esas tardes ibamos con hambre y me dio por pedir una. Oh, Ah. Bordes crujientes, centro blandito, trozos de chocolate con leche, mantequilla que pringaba la bolsa de papel transparentándola al mas puro estilo dieta Homer. Desde aquel día los viajes hasta la ortodoncista tuvieron un dulce incentivo, incluso los dias de las dosis de flúor cuando tenia la lengua entumecida compraba una para comerla a la noche, pero muchas veces ni siquiera llegaba a casa.

Con el tiempo aprendí a hacer galletas como las del Pans, pero esa primera galleta siempre quedará grabada en mi memoria.

Esta galleta que os traigo hoy lleva varias semanas dando vueltas por «la» Interné, y la verdad es que no es la mejor galleta del mundo. Pero cuando tienes mono, es una buena metadona, digo… sustituto de las galletas.

Se hace con microondas, aparato del diablo que yo solo utilizo un par de veces al mes, para calentar salchichas o para derretir mantequilla, pero rompo una lanza por esta receta. El día que la probé la hice 3 veces y porque no me quedaban más huevos (literalmente)

Aunque sólo se utilice la yema no tires la clara, puedes congelarla para utilizarla posteriormente para hacer merengues, tejas o rebozar el pollo de un chop suey de pollo (próximamente receta, prometido)

Galleta individual al microondas

Ingredientes
1 cucharada grande de mantequilla
1 cucharada grande de azúcar blanco
1 cucharada grande de azúcar moreno
1 yema de huevo grande
la puntita de una cucharadita de esencia o extracto de vainilla
una pizquita de sal
3 cucharadas de harina
2-3 cucharadas de chips de chocolate o chocolate picado
1 cucharada de agua opcional (si la masa está muy espesa)

Funde la mantequilla en el microondas unos 10 segundos a máxima potencia. Sácala y déjala a un lado.

 

 

En un bol pequeño resistente al microondas (puedes utilizar el mismo de principio a fin) mezcla los dos tipos de azúcar con la yema de huevo y la vainilla

Agrega la mantequilla, la harina y la pizca de sal

 

Mézclalo bien. Si se queda demasiado espeso puedes añadirle un poquito de agua (como una cucharada)

Agrega el chocolate y mézcla bien. (Puedes reservar unos trozos para decorar, pero ponlos cuando la galleta esté ya cocida, no como yo, antes, porque se hundirán)

Mételo en el microondas a plena potencia unos 40-50 segundos o hasta que esté cocida en el centro y ligeramente seca al tacto (no más de 60-70 segundos)

Sin cocinar… y…

 

Y ¡Cocinado! Cómetela caliente (la galleta, enfermos!), fria se endurece demasiado. Y cómetela con cuchara, anda… Si es que os lo tengo que decir todo.

Notas interesantes

• Usa chips de chocolate ya hechos o una barra de chocolate troceada con un cuchillo grande. Utiliza el chocolate que quieras, negro, con leche, blanco. Pero si usas chocolate blanco vigila muy de cerca mientras está en el microondas, su alto contenido en azúcar hace muy sencillo que se queme sin que te des cuenta
• Es IMPORTANTÍSIMO que te la comas antes de que enfrie. Esto no es la panacea de las galletas ni va a aguantar de un dia para otro, ni siquiera va a aguantar bien una hora. Es lo que se hacen los yonkis galleteros para no tener que salir corriendo a comprar o tirarse una hora preparando galletas.
• Utiliza buenos ingredientes. Como siempre. A mas calidad mejor.
• Sí, usa una yema, sí, es mucho azúcar. Pero es mejor que cualquier galleta envasada que puedas comprar.

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