Si no tienes espiralizador no pasa nada, corta la manzana en juliana con ayuda de una mandolina o haz lonchas finas con un cuchillo bien afilado.
Aunque el caramelo parezca muy líquido una vez saques la tarta del horno déjala asentar, se espesará y al darle la vuelta empapará el hojaldre.
Si no la quieres muy dulce reduce el azúcar y la mantequilla a la mitad.